Fabricantes de futbolines, billares y mesas de ping pong no ceden espacio ante los juegos digitales

Billares Aguilar, La Casa del Futbolín y Uno Sports han adaptado sus estrategias para competir

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En 1940 Rogelio Aguilar Mórux abrió su negocio de fabricación de muebles para exportación. Sin embargo, con poco tiempo de estar en el mercado, las mesas de billar ya eran su producto estrella.

De ahí que la empresa tomó el nombre de la Fábrica Nacional de Billares Aguilar; la cual aún opera en territorio alajuelense, con la ayuda de menos de 10 personas.

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Este es uno de los fabricantes y comercializadores de juegos tradicionales que se mantiene en pie en un mercado en el que abundan múltiples opciones para entretenerse de forma digital.

La lista de firmas que le apuestan a seguir vendiendo ese tipo de productos incluye nombres como la Casa del Futbolín, Billares Punis y Uno Sports.

En los últimos cinco años, Billares Aguilar ha sufrido una caída en la demanda de un 75%, por lo que se vieron obligados a ampliar su oferta con futbolines, mesas de ping-pong , roperos y muebles de cocina.

Esteban Aguilar, administrador de la fábrica, mencionó que la disminución en las ventas tiene varias causas: el producto requiere de suficiente espacio en una casa; la creciente importación de mesas de origen chino; la falta de interés de las personas jóvenes y el costo de la vida.

“Ahora es más barato adquirir una Play Station que una mesa de billar”, destacó el nieto del fundador de Billares Aguilar.

Para elevar las ventas de dicho producto, la empresa empezó a fabricar mesas de menor tamaño, a menor costo y que funcionen para otros propósitos. Por ejemplo, comercializan el estilo Billar-Comedor, que puede ser utilizada como mesa de comedor y luego convertirla en una mesa de billar.

“También estamos diseñando una mesa de billar que compita con las que ofrecen grandes cadenas como Pricesmart, Shoopers y otras, sin dejar de lado la calidad de nuestra marca”, dijo Aguilar.

Otro fabricante de mesas de billar en territorio nacional es la Fábrica de Billares Punis, fundada por Lino Víquez Alfaro en 1957.

A pesar de que inició operaciones en Alajuela ahora se ubica en el centro comercial Plaza Itskazú, en Escazú. Su dueño, Wilbert Víquez, no brindó declaraciones.

La firma es representante y distribuidores de marcas como la española Gorina, que se especializa en fabricar paños exclusivos para la práctica de dicho deporte.

Futbolín y ping-pong

La Casa del Futbolín, que abrió en 1997, registra un pequeño crecimiento en sus ventas con respecto al año pasado, por lo que los propietarios se muestran positivos con miras al futuro.

“Implementamos un juego en el que se ejercita alma, cuerpo y mente. Con el que se sale de la rutina diaria de lo que es la tecnología y ayuda a unir más a las personas, tanto así que las escuelas están comprando futbolines para luchar contra el bullying ”, manifestó su fundadora, Ana Anchía.

El negocio –que se ubica en Purral de Goicoechea– comercializa todos los tipos de futbolines, desde “minipenalitos” hasta el “mamulón”, que permite que 36 personas jueguen. El costo de los productos fabricados por ellos inicia en ¢80.000 y alcanza los ¢452.500.

Uno Sport es una de las empresas que ven potencial en la venta de mesas de ping-pong , por lo que las comercializan desde que inauguraron la marca, en 1990.

“Somos una cadena de tiendas multideporte y la oferta busca satisfacer al máximo las necesidades del mercado. El ping-pong recreativo y competitivo es una modalidad deportiva que también atendemos”, manifestó la directora comercial de la compañía, Valentina Cuadra.

La compañía reporta una tendencia creciente en las ventas de las mesas, las cuales son importadas y tienen un rango de precio que oscila entre los ¢300.000 ylos ¢600.000, dependiendo de si es para uso en exteriores o interiores.

La directora comercial destacó que muchas personas adquieren las mesas a título personal, al igual que hoteles, clubes, asociaciones deportivas y empresas que desarrollan áreas recreativas para disfrute de sus colaboradores.

Uno Sport comercializa a través de 12 puntos de venta que están distribuidas en San José, Alajuela, Heredia y Cartago. Aunado a esto, disponen de una tienda en línea, para ampliar su cobertura.

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De esta manera se suman a otras empresas, con giro de negocio distinto, que buscan mantenerse aún con los avances tecnológicos. Entre ellas las jugueterías que optaron por combinar lo tradicional y las nuevas tecnologías en su oferta.