Farmacias luchan por sostener un modelo de bajo costo

Al comprar cadena La Bomba, Cuestamoras deberá ajustarse al sistema que otras firmas dominan

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Tal vez usted es una de las personas que ha encontrado una gran diferencia en el precio de un medicamento con solo cambiar el establecimiento donde lo compra.

Por esta razón son reconocidas farmacias como La Bomba, Santa Lucía y FarmaValue, que luchan por mantener el modelo de bajo costo que les permitió ganar espacios entre grandes actores de la industria (como Fischel) durante los últimos años.

LEA: Cuestamoras, dueño de Fischel, compra Farmacias La Bomba

Justo el pasado 1° de febrero se dio a conocer que la firma Cuestamoras, dueña de Fischel, acordó la compra de la cadena La Bomba con el fin de tener una oferta integral con la que satisfagan tanto a los clientes que prioritizan la conveniencia y atención, así como, a aquellos que eligen por precio.

“En Cuestamoras y en Farmacias La Bomba compartimos una visión y un propósito: mejorar el acceso de millares de costarricenses a los medicamentos que necesitan. El propósito de la transacción es precisamente el llevar los mejores precios de La Bomba a todo el país”, manifestó el presidente ejecutivo de Cuestamoras, Manuel Zúñiga, el día del anuncio.

Esta sería una buena apuesta para el grupo empresarial debido a que la oferta de farmacias tica se fragmenta cada vez más. Según el Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica, hay 1.102 farmacias privadas; el crecimiento en los últimos cinco años fue de un 15%.

No obstante tras anunciarse el acuerdo, que debe ser avalado por la Comisión de la Promoción de la Competencia (Coprocom), surgió una duda: ¿es sostenible que una farmacia opere con un modelo de bajo costo como lo hacen La Bomba, Santa Lucía y Farmavalue?

La respuesta es sí. Según estos negocios, es sostenible siempre y cuando no cesen los esfuerzos para mejorar las negociaciones con proveedores, se aprovechen los factores de volumen y se siga una estructura de costo muy eficiente.

En la ruta por mejores precios

Cuestamoras augura que al comprar La Bomba, tendrán la posibilidad de lograr mejores negociaciones con los proveedores y así mantener su principal atractivo.

“Uno siempre busca tener mejor poder de negociación de los proveedores, que sientan que por medio de nosotros pueden hacer mejor negocio y vender más”, afirmó el presidente de la firma.

Otra de las ventajas de Cuestamoras es que Melixander Abarca, fundador de La Bomba, se mantendrá ligado al negocio como director comercial de la cadena.

“La ventaja que tiene Cuestamoras es la experiencia y la organización para ampliar el negocio y llegar a más gente. Pero eso no se compara con lo que nosotros podemos aportar a este formato de precio bajo”, dijo Abarca.

El vocero de Cuestamoras añadió que ambos formatos (Fischel y La Bomba) tienen oportunidades de crecer en el mercado y que estos se manejarán de forma independiente.

Actualmente, La Bomba tiene 14 tiendas en la Gran Área Metropolitana (GAM) pero uno de los planes tras la compra sería llegar a los centros de cada provincia y, además, ampliar la cobertura en la GAM. Para la cadena trabajan ahora 153 personas.

El negocio de bajo precio abrió sus puertas en San Pedro de Montes de Oca en marzo del 2003 como un proyecto familiar que buscaba contribuir a que los medicamentos fueran más accesibles.

Por su parte Fabrizio Asole, gerente general de Farmavalue, explicó que el modelo de bajo costo es sostenible cuando se mantiene una estructura de costo muy eficiente y al aprovechar factores de volúmenes de compras.

“Nuestra filosofía es de trasladar valor hacia el cliente final, bajo la forma de ahorro, ofreciendo los mejores precios, servicio donde puntamos a la excelencia, surtido donde ofrecemos una amplia gama de medicamentos y un control de inventarios muy eficiente. En nuestros tres pilares (precios, servicio y surtido), queremos ser excelentes”, agregó Asole.

Farmavalue empezó operaciones en octubre del 2011 y tiene 12 tiendas, todas dentro de la GAM, en las que trabajan 150 personas.

La empresa planea expandirse durante este 2017 por lo que tiene previsto abrir más locales, incluido uno fuera de la GAM. “El mercado sigue siendo bastante fragmentado y deja oportunidades de crecimiento”, señaló el gerente.

Otro de los negocios que prevé mantener sus productos con precios bajos es Farmacia San Lucía, la cual abrió su primera farmacia en 1984 y ahora cuenta con 12 puntos de venta distribuidos en Alajuela y Heredia. Para la empresa, trabajan 126 colaboradores.

El representante de Farmacia Santa Lucía, Orlando Saborío, detalló que los modelos de bajo costo pueden ser sostenibles siempre que se puedan alcanzar las mejores negociaciones con los proveedores, lo que ha sucedido hasta la fecha y que esperan se mantenga por muchos años más.

“Nos hemos caracterizado por contar con excelentes regentes y personal muy comprometido. Este compromiso, la alta gama de productos, las excelentes relaciones con los proveedores y cuerpo médico, precios competitivos y un excelente servicio, hacen que nuestras farmacias se diferencien”, manifestó Saborío.

LEA: Cuestamoras es el nuevo dueño de farmaceútica Cefa-Fischel

Tanto Farmavalue y Santa Lucía, incluidos entre las 10 cadenas de farmacias con más locales, no planean variar su estrategia ante la compra de La Bomba.

Con más locales

Estas son las cadenas de farmacias con más presencia:

Farmacia

Locales

Fischel

85

Walmart

69

Sucre

65

Don Gerardo

23

Chavarría

21

La Bomba

14

Farmavalue

13

Santa Lucía

12

AM PM

9

Elimar

9