Federico Ruiz Ugalde, docente e investigador en robótica cognitiva, afirma con contundencia que su mayor logro, hasta este momento, es la coordinación de un laboratorio y de un equipo de trabajo para la construcción de un robot humanoide.
Un logro que, él insiste, es de un equipo de estudiantes provenientes de las escuelas de ingeniería eléctrica, ingeniería mecánica y computación de la Universidad de Costa Rica (UCR). El proyecto va avanzado con el proceso de compra de algunas piezas y la fabricación propia de otras.
Ruiz, que inició el primer laboratorio de robótica cognitiva en el país, afirma que en un año se tendría el robot humanoide completo, capaz de ayudar a las personas en su trabajo diario, en tareas domésticas y en la manipulación de objetos en el trabajo. “Será el único en Latinoamérica con capacidad de manipulación”, dice.
El ingeniero eléctrico ya tiene experiencia en este tipo de iniciativas, pues lleva ya siete años en esta área y, desde 2010, cuando cursaba el doctorado de robótica cognitiva en la Universidad Técnica de Múnich construyó un robot (costó $200.000) con capacidad para ensamblar piezas de lego y de manipulación de objetos.
A nivel global, Japón tiene la industria que destaca en el desarrollo de robots humanoides, con empresas que podrían comercializarlos alrededor del 2020.
Ruiz dice que en Costa Rica solo se requieren “algunas cosas muy claves”. Entre ellas multiplicar la capacidad de innovación, con un esquema donde cada grupo de estudiantes desarrollen una idea novedosa; fondos para financiar estudios de doctorado a estudiantes; y capital semilla para financiar proyectos dirigidos tanto al mercado local como al exterior, pues es un negocio rentable si se tiene una masa crítica de 40 millones de habitantes.