Iniciativas voluntarias de educación dual deben cumplir con requisitos de ley para garantizar su continuidad

Las empresas interesadas deberán aportar una suma de dinero al fondo de becas del INA, hacer la inversión en la compra de la póliza para el estudiante y la capacitación del mentor asignado

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La metodología de formación de “aprender haciendo”, es decir, la Educación y Formación Técnica Profesional (EFTP) en la modalidad dual se aprobó como ley un 12 de setiembre de 2019, no obstante, antes de eso el método era impartido de manera voluntaria por algunas empresas interesadas.

Por ejemplo, los hoteles Westin y W que pertenecen a Reserva Conchal en alianza con el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), están entre quienes pusieron en marcha esta práctica antes de que se promulgara la ley.

Llevan ocho años graduando profesionales técnicos en las carreras de salonero y bartender profesional; cocinero A, B y C profesional, y otorgándoles la oportunidad de emplearse en los mismos hoteles de Conchal, en otros de la zona y hasta la oportunidad de que los jóvenes emprendan con su propio negocio.

Según afirmó Pablo Masís, director de Educación Técnica del Ministerio de Educación Pública (MEP), se marca un antes y un después a partir de la promulgación de la ley de lo que debe ocurrir con formación dual a partir del curso lectivo 2022, cuando se pretende arrancar con el modelo —bajo el marco normativo correspondiente— en todo el país.

“Las instituciones y empresas tienen que empezar a hacer sus esfuerzos para implementar educación dual de acuerdo con lo que establece la ley. En otras palabras, todo lo que se hacía antes de la promulgación de la ley ya no es educación dual, porque la ley establece parámetros y definiciones y todos deben irse ajustando”, manifestó Masís.

La norma establece una definición de educación dual, puntualiza los requisitos de las instituciones formadoras, las responsabilidades y obligaciones de las empresas, y las responsabilidades y derechos de las personas estudiantes.

Por ejemplo, las empresas interesadas en recibir a los estudiantes deberán de pagar el seguro de riesgos de trabajo especial para formación técnica dual, que es la póliza del INS que cubre a las personas estudiantes en caso de un accidente en la empresa.

Asimismo, hacer un aporte mensual de ¢120.000 al fondo especial de becas del INA por cada estudiante que reciban; y deben disponer de un “mentor”, es decir, un trabajador profesional de la misma empresa que ayude y guía al estudiante nuevo en el proceso de formación.

En 2020, se creó el reglamento de la ley para comenzar a aplicarlo y en octubre de 2020, se creó la Comisión Asesora y Promotora de la Educación Dual (CAP) —de carácter consultivo y que está adscrita al MEP— con el fin de promover la EFTP dual, asesorar a las autoridades competentes en el campo y lograr una articulación entre el sector público y el privado.

— Pablo Masís, director de Educación Técnica del MEP.

“Un modelo de demanda”

Según los actores involucrados en la metodología consultados por EF, la educación dual es por excelencia un modelo de demanda. Se necesita el interés del sector productivo para recibir a los estudiantes y que cumplan los requisitos de la ley.

Información publicada por La Nación, este método arrancaría el 8 de febrero de 2021, o incluso en julio en todo el país, pero en medio de su proceso de consolidación y la formación de su reglamento se interpuso la crisis sanitaria por COVID-19, lo que trajo una serie de desafíos para los involucrados de llevar el proceso a la práctica.

“Con la pandemia, el proceso se complicó. La incertidumbre económica de las empresas, hace que se deje lo prescindible por fuera”, expresó Masís.

Pero para el año entrante, el panorama resulta más alentador. William Rodríguez, coordinador de la comisión de formación y capacitación de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) afirmó que ahora las empresas —al tener un respaldo jurídico— van a ser más abiertas a aceptar a los estudiantes para aplicar la formación dual.

“Con la formación dual se quitará el “no tiene experiencia laboral” del proceso de reclutamiento y contratación, es una herramienta eficaz. Las compañías del Coyol de Alajuela, están apostando por el tema”, precisó Rodríguez.

Experiencias

Matra —empresa dedicada a la venta de equipo y maquinaria pesada— formó parte de un plan piloto puesto en marcha por el INA en conjunto con el MEP en 2018. En esa oportunidad incluyó tres estudiantes en la carrera de técnico de maquinaria pesada. Uno de ellos, proveniente de Guápiles, se quedó trabajando para la firma.

Juan Sánchez, jefe de calidad de Matra, explicó que el método consistía en que los estudiantes llevaban dos meses de teoría en el INA y un mes de práctica en la empresa, y así se podía hacer un seguimiento puntual del aprendizaje teórico-práctico.

“Esperamos volver a arrancar con el programa para el 2022. Estamos anuentes a todos los requisitos legales que debemos cumplir con los pasantes”, dijo Sánchez. Matra tiene la capacidad de recibir de cinco a seis estudiantes en su sede central en el Coyol de Alajuela.

En el MEP, también se implementó un piloto de educación dual desde el 2017 y hasta 2019, en el área automotriz. Se generó un informe de los resultados dados en cuatro colegios (tres del área central y uno en Golfito, Puntarenas) y a partir de eso le comenzaron a dar forma a su diseño curricular.

“Ya desarrollamos dos especialidades en modalidad dual amparados en la ley: Electrónica Industrial y Desarrollo Web, y podremos hacer la implementación por primera vez a partir del curso lectivo 2022, en colegios técnicos de Heredia y Alajuela. Incluso, ya estamos cerrando negocios con empresas de la Zona Franca Coyol”, explicó el director de Educación Técnica del MEP.

El caso de Reserva Conchal

Reserva Conchal y sus hoteles forman parte del programa de formación dual conjunto de Florida Ice and Farm Company (Fifco) y el INA. En la gestación del proyecto —que nació a partir de observar el modelo que aplicaban en Alemania y México— se requirió de todo el apoyo de la institución formadora, y de sus carreras de Turismo y Cocina inicialmente.

A la fecha, graduaron más de 250 estudiantes de diferentes áreas costeras y para la temporada alta de este 2021, retuvieron a un 85% de los graduados del técnico de cocinero para que se quedaran trabajando. Esa cifra forma parte de la sétima generación de educación dual de Reserva Conchal.

“La malla curricular se trabajó con el INA, ellos con todo el expertise que tienen pudieron cocrear las ideas y le pudieron dar ese formato teórico-práctico”, expresó Gabriela Meza, gerente de Ambiente, Salud y Relaciones Comunitarias de Fifco.

Por su parte, Rolando Ramírez, director de Alimentos y Bebidas para los hoteles de Playa Conchal, dijo que el programa ha sido la manera de producir un lazo muy bueno entre la comunidad y la necesidad de empleo en la zona. Reserva Conchal y el INA se concentran en los cantones de Carrillo y Santa Cruz para llevar a cabo el proceso de selección.

Los estudiantes reciben sus clases y la metodología dual en el hotel Westin. Tienen un área asignada que se convierte en un aula y se les asigna un bar, un restaurante, y una cocina de banquetes para que practiquen.

Ramírez precisó que cada vez que se hace una convocatoria para las otras generaciones, reciben una gran cantidad de personas jóvenes interesadas, no obstante, solo seleccionan 30 para el programa.

De hecho, la sétima generación inició su proceso unos meses antes de la pandemia, por lo que se tuvieron que adaptar a las videollamadas, a estudiar desde casa, a tener horarios diferenciados para que pudieran asistir en grupos pequeños a practicar en el hotel y otros trabajaban desde casa.