Insectos comestibles mueven mercado de $900 millones al año y Costa Rica puede entrar a competir

Sector productivo local lleva más de diez años en desarrollo informal. Primeros pasos para un marco regulatorio y procedimientos de cumplimiento son clave para la formalización de la industria local

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El mercado global de insectos comestibles está creciendo con fuerza y Costa Rica tiene un sector productivo incipiente que podría sumarse a esta tendencia: hace más de diez años que existen en el país granjas informales de insectos como grillos comunes, larvas de escarabajos y moscas soldado negras, los principales protagonistas de la escena global.

Al menos cinco empresas en el país tienen ya operaciones comerciales formales, y otras cuatro operan con algún grado de informalidad. Cada una encontró un subnicho dentro de la tendencia, sea para consumo humano (todas) o animal (cinco de las nueve).

Además, la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) y el Museo de Insectos han detectado al menos dos emprendimientos más dirigidos a la comercialización especializada y que aún están en proceso de lanzamiento.

Todos estos se nutren de las experiencias para autoconsumo, como la granja Costa Rica come insectos, de Gabriela Soto y el biólogo Federico Paniagua, en Sarchí, las fuentes académicas como el Museo de Insectos o el Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA) de la Universidad de Costa Rica (UCR) y los emprendimientos de comercio informal.

Desde finales de 2021, el sector cuenta con una normativa incipiente, cuyo detalle está en desarrollo por parte del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa).

Procomer también aporta estudios de mercado, acompañamiento para la formalización y capacitación para exportar.

Y la demanda local se percibe como creciente: en ferias, talleres o encuentros con estudiantes y públicos similares, las degustaciones se agotan en pocos minutos, y la interacción con consultas y capacitaciones de consumo es constante.

Pero estos últimos elementos de regulación, promoción y consumo son recientes e incipientes, quienes ingresaron antes han enfrentado obstáculos y dificultades para recuperar sus inversiones. Incluso Costa Rica Insect Company (CRIC) lanzó una campaña de recolección de fondos en su sitio web, para mantener la iniciativa vigente.

Costa Rica con el nivel de biodiversidad que tiene ¿cómo no nos vamos a posicionar como fuente de insectos comestibles?”

— Gabriela Soto, Costa Rica come insectos

Oportunidad abierta

En el mundo se proyecta un crecimiento anual de 26% para el sector en los próximos años, con lo cual pasaría de mover $894 millones en 2020 a generar $4.631 millones en 2027 (vea: En aumento).

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En los mercados por tipo de insecto, el que mayor crecimiento tendría es el grillo (entero y en polvo), que es también el que más se produce en el país y en el mundo. Por el uso final, hay oportunidades abiertas para consumo humano y animal, y si se segmenta por tipo de producto, el aumento más marcado en la demanda se prevé para las barras de proteína y los batidos de proteína, con 29% de crecimiento interanual promedio en los próximos cinco años.

Enrique Ulloa Leitón, investigador a cargo del estudio más reciente de Procomer sobre el mercado global de insectos comestibles, advirtió que si bien este es un segmento en desarrollo, con potencial comprobado, aún debe superar cuellos de botella y procesos de maduración.

“En el taller que desarrollamos para el estudio, se detectó que hace falta una mayor cooperación entre los emprendedores. Una de las propuestas es generar algún tipo de cooperativa o asociación, para agrupar proveedores, pues las operaciones son todavía bastante independientes”, enfatizó Ulloa.

Para hacer negocios

Consideraciones regulatorias para ingresar o formalizar una iniciativa comercial de producción de insectos en Costa Rica.

ActividadRegulaciónInstitución a cargo
-Registro de sitios de cultivo
-Plan de manejo
-Permisos de exportación (Art.19)”
Ley No.7317: Ley de Conservación de vida silvestreMinisterio de Ambiente y Energía (Minae)
Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac)
-Certificado Veterinario de Operación (CVO)
-Controles previos y posteriores al procesamiento (en desarrollo)
-Registro de productos para alimentación animal
-Permisos de exportación e importación
Ley No.8495-Senasa.
RTCA 65.05.52:11 Productos utilizados en alimentacióm animal y Establecimientos. Requisitos de registros sanitarios y control.”
Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa)
-Dirección Nacional de Operaciones (DNO)
-Dirección de Inocuidad de Productos Origen Animal (Dipoa)
-Dirección de alimentos para animales (DAA)
-Dirección de Cuarentena Animal
-Etiquetado nutricionalRTCA 67.01.02:10 Etiquetado nutricional alimentos preenvasadosMinisterio de Economía, Industria y Comercio (MEIC)
-Registro sanitario de alimentos para consumo humanoLey 5395: Ley General de SaludMinisterio de Salud
-Permiso de uso de sueloPlan reguladorMunicipalidades de cada cantón
Fuente: Procomer

El potencial de encadenamientos productivos dentro del sector existe y es una de las características que mejor se adaptan a la naturaleza de los negocios en el país. Sin embargo, antes de la especialización, este nicho precisa reglas claras.

Gabriela Soto Pérez, de Costa Rica come insectos, aseguró que se considera más una educadora en entomofagia (consumo de insectos), que una emprendedora del sector. Sin embargo, también manifestó interés en aumentar el volumen de su operación artesanal a corto plazo, en especial ahora que se ven cambios en la reglamentación.

“Bastantes personas ya están trabajando en el desarrollo de diferentes productos con insectos. Ahorita, con respecto a hace diez años, hay más apertura, incluso legalmente. Ya se metió Procomer, las entidades estatales volvieron a ver para el lado de los insectos”, relató Soto.

La emprendedora dijo que en el negocio de los insectos comestibles de Costa Rica hay chefs, médicos, nutricionistas, en fin, diferentes estilos y objetivos.

“Mucha gente lo ha llevado a otros niveles. Ya hay personas tratando de hacerlo a gran escala y pensando en exportación, aunque estén empezando”, aseguró Soto.

Su experiencia es una parte de lo que vive su socio, el biólogo Federico Paniagua, técnico especialista en el Museo de Insectos de la Universidad de Costa Rica. Ahí, de lunes a viernes, ha capacitado en forma gratuita a decenas de emprendedores. A otros les enseña directamente en la granja, pero en esos casos les cobra alrededor de ¢25.000 por dos horas de entrenamiento y, si llevan un contenedor plástico con tapa, se llevan la base de la granja de una vez.

“Hay algunos cuellos de botella, entre ellos la legislación. Todavía falta cierta coordinación interinstitucional para que la gente pueda tener sus granjas sin problemas”, advierte el especialista, quien mantiene 13 especies en producción, entre grillos, escarabajos y cucarachas, además de especímenes de temporada, como la hormiga zompopa.

Paniagua sostiene que el aparato normativo va detrás del sector productivo y de la academia, y lo lamenta pues ha visto iniciativas nacer y morir únicamente por temas de regulación. Sin embargo, reconoce que los avances recientes dinamizan el sector.

“Es un buen momento para el arranque en Costa Rica: para educar gente, dar apoyo, herramientas y conexiones con consumidores de afuera”, enfatizó el biólogo.

El primer cambio sensible fue en la coordinación: las tres especies de mayor producción se pasaron de considerarse “especies nativas”, competencia del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), a “especies exóticas ornamentales”, bajo la regencia de Senasa, específicamente para normar su uso en el consumo humano y animal. Son el grillo Acheta domesticus y las larvas de escarabajo Zophobas morio (gusano moledor) y Tenebrio molitor (gusano de la harina) (vea: Para hacer negocios)

Mediante su oficina de prensa, Senasa explicó que estas pueden ser utilizadas en actividades relacionadas con el aprovechamiento humano, sin necesidad de requerir permisos del adicionales del MINAE, con el que otorga su oficina es suficiente. Esta lista se actualiza a medida que Sinac-Senasa aplican las evaluaciones de riesgo respectivas. Representantes del sector productivo ya solicitaron, por ejemplo, la inclusión del grillo loco rojo, entre otras.