Productores de lácteos temen menor disponibilidad de sus productos

El consumo de productos lácteos aumentó ₡1.370 mensuales por persona en los últimos tres años debido a los fuertes aumentos en costos de producción

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En enero del 2020 una persona pagaba al mes ₡5.677 por productos lácteos, pero para enero pasado se tenía que desembolsar ₡7.047 para comprar exactamente los mismos artículos, es decir, hubo un aumento del 24% en estos tres años, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Los derivados de la leche no escapan de la inflación y esto causó que el productor de leche nacional experimentara una escalada sostenida en los costos de su cadena productiva, lo cual generó una contracción en la tasa de crecimiento de la generación de leche en todo el país.

Según datos de la Cámara Nacional de Productores de Leche (CNPL), desde el 2019 y hasta enero de 2023, los fertilizantes aumentaron su precio un 220%, el maíz importado puesto en Caldera para concentrado animal incrementó un 74%, y la soya lo hizo en un 77%.

Esto significa que cada quintal (46 kilogramos) de concentrado para vacas en producción aumentó de ¢11.194 en enero de 2019 a ¢16.690 en enero anterior, lo que representa un 49% de incremento únicamente en el rubro de alimentación animal, sin tomar en cuenta el aumento de otros costos directos como la mano de obra, los insumos veterinarios y combustibles.

A esta situación se unen otras condicionantes como los embates de los fenómenos El Niño (sequía) y La Niña (lluvia extrema), así como el impacto de la crisis de contenedores y la Guerra en Ucrania; factores externos que golpean la economía de las 12.974 fincas lecheras especializadas y 14.973 fincas de doble propósito que operan en el país.

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A pesar de que las diferentes empresas nacionales procuran abastecer las líneas de productos más requeridas por los consumidores como la leche fluida y en polvo, algunas categorías menos buscadas podrían ver reducida de manera temporal su presencia en las góndolas de los supermercados.

La merma de la producción de leche en el mercado local no es un asunto solo de Costa Rica. Otros mercados como Nueva Zelanda, Estados Unidos y Europa sufren por los mismos factores que golpean a la industria de lácteos.

¿Qué dice Dos Pinos?

El principal comercializador de productos lácteos en Costa Rica, Dos Pinos, reconoció que se han visto golpeados por esta crisis y al igual que muchas otras industrias lácteas a nivel mundial, afronta el diferencial de la cantidad de leche recibida.

Entre los factores que han incidido en la variación de la producción nacional de leche se encuentran un aumento en los precios internacionales de insumos, concentrado para animales y productos veterinarios. También les afecta el clima, en especial las condiciones propias de la época seca, que de manera cíclica incide en la cantidad de leche que recibe por parte de sus asociados productores.

“Gracias a sus previsiones, Dos Pinos garantiza el abastecimiento de sus leches fluidas y en polvo en el mercado; aunque podría percibirse una menor disponibilidad de algunos productos”, aseguró la Cooperativa.

Dos Pinos explicó que para hacerle frente a la problemática, está ofreciendo apoyo financiero, técnico y nutricional en las fincas, para que los asociados puedan mejorar la producción láctea y entregar más leche. Sin embargo, el efecto de estas medidas se verá reflejado hasta en la segunda mitad del año, cuando esperan que se pueda retornar a la producción de leche de manera normal.

En esa misma línea de acciones, la CNPL señaló que impulsan proyectos que pretenden capacitar a los productores para enfrentar estos escenarios con alternativas que permitan reducir los costos y mejorar las buenas prácticas.

Por ejemplo, ofrecer capacitación para optimizar los recursos en las fincas, como la implementación de nuevas modalidades de sistemas de rotación racional, utilización de los purines (mezcla de boñiga y orina de las vacas) para reducir la fertilización química, optimización de la estructura del hato, utilización de derivados agroindustriales en la alimentación de los animales, fomento del cultivo de variedades de yuca amarga, morera y botón de oro, como alternativas para disminuir la dependencia de los alimentos concentrados elaborados con maíz y soya importados, la promoción del uso de ensilajes y maximización de pastos durante la época seca.

Ivannia Quesada, presidenta de la Cámara Nacional de Productores de Leche, señaló que como sector procuran que esta merma temporal en la capacidad productiva de lácteos afecte lo menos posible a los consumidores, por lo que las empresas productoras se encuentran adaptando sus capacidades de logística y producción para garantizar el abastecimiento.

Los productores proyectan que esta situación se revierta en el segundo semestre del año cuando las condiciones climáticas cambian y hay más presencia de lluvia que ayuda a que crezcan los pastos y follajes, además otras tendencias como la reducción de precios de los insumos agrícolas, podría darles un respiro a los lecheros.

Otros retos

El sector lechero tendrá que hacerle frente a nuevos retos más allá que el de los costos. En el 2025 se hará la apertura comercial con los productos estadounidenses pactada en el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DR-CAFTA).

Desde los pequeños productores y hasta la Cooperativa de Productores de Leche Dos Pinos, están alerta ante la presión y mayor competencia que implicaría la llegada del arancel a 0% en 2025 sobre un mercado que ha permanecido históricamente protegido.

El DR-CAFTA se firmó en 2004 por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Estados Unidos y República Dominicana. De acuerdo con lo negociado, después de 10 años de su entrada en vigencia, empezaría a regir la paulatina desgravación arancelaria para los productos lácteos de todas las partes.

Centroamérica era una región protegida, pero Costa Rica en particular tenía un arancel del 65% en el 2014. La cifra actual del arancel de importación de CAFTA es del 19,8%.

El país tiene la tarea de mejorar el hato, los pastos, las cadenas de valor agregado, trabajar en los procesos de industrialización de etiquetado, inocuidad, sanidad animal y vegetal. Así como en la unión entre productores nacionales para tener escalas de producción más altas e incursionar en nuevos mercados.

El gremio lechero genera empleo directo a 28.000 personas en fase primaria y 10.000 en la fase de agregación de valor.