La cadena de hoteles y hostales Selina invirtió $2 millones en ampliar su presencia en Costa Rica al abrir un complejo en Nosara, Guanacaste, y otro en Monteverde, Puntarenas.
El hotel guanacasteco tiene 35 habitaciones (172 camas), mientras que, las instalación puntarenense cuenta con 38 cuartos (154 camas). Los precios por noche, sin impuestos, oscilan entre los $13 y los $239.
Ambos puntos disponen de bares, restaurantes, espacios de coworking, cocina común, sala, biblioteca, wellness center y otros espacios.
Estas aperturas generan más de 60 nuevos puestos de trabajo, llevan a Selina Costa Rica a representar el 20% de los más de 1.700 colaboradores de la cadena a nivel global.
Selina empezó a operar en el país durante el segundo semestre del 2016 y tiene ocho locaciones más: Jacó, Manuel Antonio, La Fortuna, Puerto Viejo, San José, Tamarindo, Santa Teresa Norte y Sur.
La cadena hotelera le apunta a una generación de viajeros que necesitan un espacio en el que se sientan en comunidad y cómodos, donde puedan trabajar y crear conexiones sociales signficativas con las comunidades que visitan.
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“Selina está construyendo una comunidad internacional integrada que refleja la relevancia continua de una sociedad globalizada. Las propiedades ubicadas estratégicamente, los espacios de coworking y el apoyo de la comunidad local ofrecen colaboración social y económica responsable”, mencionó la encargada de comunicación de Selina Costa Rica, Lizzy Contreras.
Otra inversión hotelera reciente fue la de Driftwood Acquisitions & Development que desembolsó $5 millones en la remodelación y el cambio de marca de un complejo hotelero, con 120 habitaciones, ubicado en Playa Flamingo, Guanacaste.