Capacidad de armar respuestas oportunas

Las proyecciones apuntan a un retroceso promedio de diez años en la educación latinoamericana

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La gravedad del impacto negativo de la pandemia en la educación ha generado un trabajo importante de análisis, proyecciones y recomendaciones por parte de expertos en el tema.

Hoy sabemos que, si bien el golpe fue generalizado en el mundo entero, hay regiones con mayores daños. Latinoamérica lamentablemente destaca como una de las más lastimadas.

Tres razones ayudan a entender por qué:

1. Los logros educativos ya eran insuficientes antes de la pandemia, con sistemas educativos mostrando graves problemas de calidad y equidad.

2. La duración del cierre de escuelas estuvo entre los mayores del mundo.

3. Los sistemas están evidenciando una muy débil capacidad de armar respuestas prontas y adecuadas para la recuperación y nivelación que se requiere.

Las proyecciones apuntan a un retroceso promedio de diez años en la educación latinoamericana. De no lograrse una recuperación de los aprendizajes perdidos, se estima una disminución en los ingresos de las actuales generaciones de un 11% a lo largo de sus vidas, con respecto a la situación actual, la cual no es la que quisiéramos.

Costa Rica sufrió un cierre de escuelas estimado en 189 días, mientras que, por ejemplo, en Chile fue de 67 días, lo que pone al país en desventaja aún frente a vecinos que han sido sus pares históricos por destacarse con mejores resultados regionales, como son Chile y Uruguay. Por todo ello, preocupa que avanzado el ciclo lectivo 2022, todavía no haya señales claras de tener una ruta acertada, sostenida y a escala de recuperación, que tanto nos urge. ¿Tenemos la capacidad que alguna vez nos distinguió?