Columna Enfoques: Bienvenido, Obama

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Bienvenido el profesor de Derecho Constitucional y el organizador comunal de Chicago, Costa Rica se identifica con su trayectoria de defensor de los derechos civiles y promotor de la participación.

Bienvenido el presidente que abandona el unilaterialismo expansionista y pone fin a dos guerras que causaron miles de muertos y llevaron dolor a las madres norteamericanas, afganas e iraquíes.

Bienvenido el presidente que lleva a una latina a la Corte Suprema e inicia una reforma migratoria que beneficiará a cientos de miles de nuestros hermanos.

Llega usted a una Centroamérica que vive todavía los problemas del subdesarrollo crónico y exorciza su pasado autoritario ensayando democracias incompletas.

Algunos de sus diplomáticos, militares y policías le dirán que el principal problema de la región es la inseguridad. No les crea don Barak.

La inseguridad es un problema, cierto, derivado, en parte, de nuestro esfuerzo por ayudarles a ustedes para que sus hijos no caigan en la adicción, pero no es nuestro principal problema.

Necesitamos prosperidad y justicia, inclusión social y política. La miseria y la exclusión son aliados de los narcos. La base social del narcotráfico es la marginación, por eso la solución represiva es ineficaz.

Centroamérica clama por desarrollo humano, que incluye desarrollo económico, políticas redistributivas y la profundización de las políticas educativas.

Don Obama, esos son los problemas de fondo. La cooperación con los Estados Unidos es urgente en esos terrenos, no se deje convencer de que nuestro único problema son los narcos, que sí lo son, pero la situación es más compleja.

Es urgente desnarcotizar y desmilitarizar nuestras relaciones con los EE. UU. y anclarlas en proyectos de desarrollo.

Tenga usted una buena estadía, hable con educadores, abogados, universitarios, artistas y ciudadanos, verá que las cosas son diferentes.

Costa Rica le da una cordial bienvenida.