La ampliación del Canal de Panamá se ha retrasado unos meses, pero no cabe duda de que será la vía central y principal de la logística transoceánica –entre el Pacífico y el Caribe/Atlántico– en las próximas décadas.
Pero difícilmente será la única vía. En los últimos meses se han anunciado cuando menos dos nuevos canales.
Uno por Nicaragua, que se anuncia como un canal húmedo de profundidad, con el propósito de generar tráfico de buques de mayor calado que los que cruzarán por el nuevo Canal de Panamá.
No se sabe si este plan es ambiental, operativa y financieramente alcanzable, pero la semana pasada abrió su sitio www.hknd-group.com , y las expectativas en Nicaragua, de quienes lo apoyan y de quienes se oponen, son altas.
La firma a la que se le concesionaron los estudios y la eventual operación del canal ya contrató a otras empresas y expertos que le apoyarán el diseño y estudios de la obra.
El segundo canal anunciado es uno seco ferroviario entre el Golfo de Fonseca y la costa del Caribe hondureño, con sus respectivos puertos de profundidad en cada océano.
Aún hay poca información pública, pero este proyecto cuenta con apoyo del Gobierno de China Popular, lo cual le da alguna credibilidad como proyecto en marcha.
Guatemala también ha anunciado un canal seco, menos específico que los anteriores y en Costa Rica tenemos años de hablar de tránsito transoceánico entre Limón-Moín y Caldera, pero a como van avanzando las cosas con concesiones e inversiones en infraestructura, creo que nos quedaremos de últimos, al menos en cuanto a decidirnos a hacer el análisis y diseño necesarios.
Queda por ver sin al iniciar operaciones el nuevo Canal de Panamá habrá espacios para tantos proyectos, pero sí es definitivo que conforme el volumen de transacciones entre la Cuenca del Pacífico y el Atlántico Norte aumenta, la oportunidad estará ahí para los que se muevan primero y de una forma inteligente.