Columna Enfoques: Descriminalizar las drogas

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Esta semana se celebrará un foro internacional para discutir la necesidad de cambiar la forma como se maneja en nuestro país, y en la región, la llamada “guerra contra las drogas”.

Como en toda guerra, el resultado de este proceso de más de 40 años iniciado en EE. UU. ha resultado en cientos de miles de prisioneros y muertos en ese país y en muchas otras partes del mundo.

Si se busca en Internet cuál es la guerra vigente con más muertos, la respuesta es la guerra al narcotráfico y sus derivados en México, con muchos muertos más que en Afganistán, Irak, Crimea o Siria.

Cuando se comparan los menos de 10.000 muertos causados por el terrorismo en este siglo, la guerra contra las drogas es muchas veces peor en el costo de vidas humanas.

En nuestro país ha habido eventos recientes de sicariato, guerras entre pandillas, y corrupción a nivel incluso del Poder Judicial a partir de nuestro capítulo en esa guerra.

¿No es hora de considerar otras alternativas?

La descriminalización y eventual legalización de algunas drogas ha empezado a rendir buenos resultados en las naciones que las están probando como políticas y que incluye ambientes bastante afines al nuestro, como los casos de Uruguay y Portugal, ambos representados en el foro.

Aparte de esto, los múltiples usos terapéuticos de la marihuana y los muchos industriales usos del cáñamo –como fuente de fibra, alimento y medicamentos– nos debe poner a pensar en serio sobre la necesidad de abrirle la puerta y, no solo trabajar para descriminalizar nuestro medio, sino para realmente considerar crear un mercado bien regulado de este producto.

El cambio siempre encuentra resistencia, y este caso no será la excepción. Pero sin cambio, la degradación de los resultados hasta ahora obtenidos por la guerra contra las drogas solo se profundizará.

Ojalá este foro encuentre un ambiente propicio para una discusión abierta y no las posiciones intransigentes que, en tantas áreas, caracterizan nuestra política y legislación.