La injusta arremetida contra el ministro de Turismo

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Hace un par de semanas, el ministro Mauricio Ventura, de excelente desempeño al frente del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), anunció que los “pluses salariales” del personal de su institución serían revisados. Esto significa premiar la excelencia, en vez de repartir lo que no corresponde a quien no se lo ha ganado.

Su gestión ha sido excelente pues, al lado de cifras récord para el país, desde su despacho han salido importantes impulsos para fortalecer la estrategia de turismo; para renovar el posicionamiento de Costa Rica en el mercado global; para atraer nuevas líneas aéreas desde mercados importantes; y para medir el impacto social de su industria en las principales regiones turísticas del país.

Productividad creciente con impacto social, justo lo que uno esperaría de los líderes de cada uno de los sectores productivos del país.

Pues bien, menos de dos semanas después de anunciar que los “pluses” serían revisados, Ventura es acusado de adquirir “una pantalla táctil excesivamente cara y lujosa” para su despacho y de utilizar fondos del ICT para apoyar la promoción del concierto de un reconocido artista internacional. O sea, literalmente de nada…

Que quienes se sienten afectados por la decisión del Ministro de revisar el esquema salarial lo ataquen no es extraño. Pero sí sorprende que la prensa y los partidos políticos, en su afán de vigilar y denunciar cuanto pasa en el Gobierno, hagan eco de las acusaciones y se llegue a citar al Ministro a la Asamblea Legislativa para explicar sus decisiones.

No hay nada que explicar. Solo que a quienes tengan el coraje de enfrentar los abusos de la burocracia van a ser perseguidos de cualquier manera, van a ver cuestionado su prestigio con cualquier excusa.

Quedamos avisados que quienes así actúen, en vez de recibir el reconocimiento y felicitación que merecen –como se esperaría– serán cuestionados con tal de ventilar escándalos, actividad favorita de muchos de nuestros medios y políticos.