Modelo de desarrollo

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Costa Rica es una economía diversificada en productos y mercados de exportación, ofrece una atractiva plataforma de inversión, y ha evolucionado de manera que sigue siendo competitiva como nación agroexportadora a la vez que ha logrado impulsar fuertes sectores basados en tecnología y servicios de valor agregado.

Mejoras

Para seguir avanzando, el país debe profundizar los enlaces entre esta economía de exportación y la economía local y seguir creciendo en valor agregado en servicios, diseño e innovación en aquellos sectores en que ya somos fuertes.

Es importante mejorar la disponibilidad de capital humano en la forma de muchos más técnicos, ingenieros, científicos y diseñadores.

Esto requerirá una reforma educativa integral, que incluya el fortalecimiento y posicionamiento del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y los CTP y cambios en la forma que se asignan los recursos en las universidades del país. Aparte de mantener el crecimiento de la competitividad, esta reforma constituirá el motor de la movilidad social en el país.

¿Qué hacer?

El modelo debe completarse de manera tal que la productividad del clima de negocios alcance el nivel de la que se logra en las empresas, cerrando la brecha en temas como trámites e infraestructura logística, energética y de conectividad.

El modelo debe ser más eficaz en términos sociales y geográficos, reduciendo las exclusiones inaceptables en una economía solidaria.

Para esto, deberán priorizarse con mucho tino el gasto y la inversión pública y permitirse el flujo de recursos privados a la prestación de servicios públicos por medio de concesiones transparentes y bien articuladas.

En resumen, el Estado costarricense debe alcanzar la velocidad de las empresas, pues hoy es el cuello de botella que le impide a Costa Rica alcanzar el pleno de su potencial.