Todo lo referente al diferencial cambiario siempre va a interesar a las empresas independientemente de su tamaño y, cobra aún mayor relevancia, en momentos donde hay fluctuación en el tipo de cambio, variaciones en las leyes y en el que cada vez más, por no decir casi todas, se toman decisiones que están basadas en moneda extranjera como el dólar.
Cabe recordar que el diferencial cambiario es la diferencia que resulta de la conversión de activos y pasivos en moneda extranjera a colones o viceversa, cuando se expresan resultados en esa moneda extranjera.
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Sin embargo, algo esencial es que las compañías podrían estar reflejando mal su información en dólares y colones más allá del diferencial cambiario. Hay muchos aspectos que se deben considerar en la conversión y no todos se reflejan en el diferencial cambiario.
Aunque es sumamente común y pasa todo el tiempo que la mayoría de las empresas comenten errores de cálculo e imprecisiones en el manejo de sus números en dólares y colones, es una enfermedad poco conocida con la que podrían estar pendiendo dinero sin darse cuenta.
Se tiene que contar con números confiables en las dos monedas, no solo en una de ellas, así como en cada transacción y no únicamente en la suma de un total.
Así, algunas de las posibles secuelas de lo anterior son:
- Pérdida de dinero y de ganancias.
- Multas por reportes erróneos.
- Desfalcos internos.
- Manejo inadecuado de la información real, la cual se manifiesta en menos o más ganancias de las que realmente tienen.
Esto ratifica que el proyectar de manera precisa la información es fundamental y es aquí donde es clave operar con un software robusto para manejar la información financiera contable en dólares y colones.
Se requiere un Sistema de Planificación de Recursos Empresariales (ERP por sus siglas en inglés) que tenga una capacidad real en dólares y colones, que desde sus inicios posea todas las tabla y lógicas para manejar este tema de forma correcta y que haya hecho un trabajado con grandes casas auditoras y clientes para mantener consistencia en este manejo, cumpliendo con las normas internacionales de información financiera y con las prácticas locales
Los softwares locales han hecho intentos, pero para que funcione tiene que venir desde la concepción del software mismo.
Esta es una realidad que hay que dejarla de ver como algo que compete solo al contador y que no tiene importancia, partiendo de que las decisiones de negocio se toman con la contabilidad al frente.
El autor es director regional de Ventas Nuevas Latinoamérica de Softland