Tasas de interés y déficit fiscal

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

La vinculación entre el financiamiento del déficit fiscal y las tasas de interés ha sido un tema controvertido de larga data.

Teniendo en cuenta el crecimiento de la deuda pública en los últimos cinco años, es útil explorar uno de los mecanismos de transmisión hacia las tasas de interés.

El gráfico “Deuda interna...” provee una visión retrospectiva de la tenencia de la deuda bonificada del Gobierno Central en poder de los bancos públicos y privados. El crecimiento ha sido exponencial a partir de enero del 2009, pero más acentuado en los bancos públicos, según la información del Banco Central.

LEA TAMBIÉN: Mayor volumen y costo de la deuda pública elevaría tasas de interés en el 2017

Uno de los canales de transmisión que influye de modo palmario en la orientación de las tasas de interés es el margen neto de las inversiones. Este se define como la rentabilidad bruta de las inversiones menos el costo de captación de los pasivos que se canalizan hacia ellas.

En el gráfico “Margen de intermediación...”, se puede apreciar el margen neto de las inversiones en títulos de gobierno, tanto para el promedio de los dos bancos estatales mayoritarios, como para el promedio de los bancos privados. El margen neto de las inversiones es ponderado por la importancia de las inversiones dentro del activo total para visualizar el impacto sobre la diferencia entre las tasas de interés activas y pasivas (margen financiero), la participación de las inversiones dentro del activo total oscila en 20% promedio del activo para los bancos estatales, en tanto que para el conjunto de los bancos privados es de un 10% a junio del 2016.

Tal y como se observa en el gráfico que venimos comentando, el margen neto de las inversiones ha caído notablemente desde finales del 2007 para ambas clases de bancos y en algunos periodos ha sido negativo.

El margen neto impacta las tasas de interés según sea la estructura del mercado de captación de depósitos y colocación de préstamos –el grado de competencia– y según el margen sea positivo o negativo. Hipotéticamente, con una estructura de mercado monopólica o dominante en la oferta de préstamos y oligopsónica en la captación de recursos, un margen neto negativo constituye un costo, que puede trasladarse a los depositantes o ahorrantes mediante el reconocimiento de una tasa de interés pasiva relativamente menor pagada por los recursos del depositante, o a los deudores o prestatarios mediante el cobro de una tasa de interés activa relativamente mayor por los recursos que solicitan a préstamo.

Varias observaciones son pertinentes:

1. El hecho de que las tasas de interés no hayan exhibido un comportamiento al alza no significa que no se estén acumulando presiones en ese sentido. No es la primera vez que el Estado ha optado por financiar parte de su déficit fiscal por medio de la colocación de títulos en bancos comerciales, especialmente estatales.

2. Si bien es cierto la mayor preferencia de los agentes económicos por invertir en colones frente a una mayor demanda de préstamos en dólares, ha impulsado a los bancos a canalizar los excesos de liquidez en colones en títulos del Estado, el cambio de tendencia –inducido o no– podría fomentar el aumento del diferencial de tasas de interés activas y pasivas. Un cambio de tendencia a demandar mayores préstamos en colones, combinado con la mayor demanda de fondos prestables que el endeudamiento interno del Estado genera, obligaría a los intermediarios financieros a disponer de sus recursos “ociosos” o invertidos.

LE PUEDE INTERESAR: El helicóptero monetario

En prospectiva, la expansión de la diferencia entre las tasas de interés activas y pasivas ejercerá un efecto estrujador sobre la inversión y el gasto privado. Con el agravante de que la limitación de créditos a deudores expuestos a riesgos cambiarios, la devaluación y los encajes al endeudamiento externo, condenarán a los costarricenses a financiar el déficit fiscal por medio de medidas abstrusas, al tiempo que se ralentizan los ajustes necesarios en materia fiscal.