Tensiones en Asia

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Conflictos con Japón por las islas Senkaku-Diaoyu. Confrontación de Pekín con Taiwán, Vietnam y Filipinas en el mar de la China meridional. Preocupación de sectores norteamericanos por el desarrollo de las capacidades militares chinas en el Pacífico.

Las incursiones espaciales de Corea del Norte han alterado el panorama también. Pues algunos reprochan a China no ser más fuerte en señalar las violaciones a las resoluciones de las Naciones Unidas por parte de Pyongyang.

El ascenso pacífico y armonioso de China atraviesa serias turbulencias, luego que los conservadores japoneses han ganado las elecciones y prometen firmeza en sus relaciones con su vecino.

En las novelas populares norteamericanas ( Threat Vector ), Tom Clancy, novelista cercano a los círculos pentagonistas, elabora una sofisticada trama de guerra entre China y los EE. UU.

El pasado 28 de marzo, el comité de Relaciones Exteriores de la Casa de Representantes sostuvo audiencias sobre China, bajo el sugestivo título: Investigando la amenaza China: la agresión militar y económica.

Los fantasmas de la ciberguerra, la tecnología antisatélites, los aviones furtivos y los misiles con capacidad de alcanzar los portaviones norteamericanos, hacen cavilar a los especialistas de la guerra a orillas del Potomac.

El planteamiento del presidente Obama sobre la necesidad de un giro de la política exterior hacia el Pacífico confirma el cambio cualitativo en las relaciones entre ambas potencias.

¿Miniguerra fría? Es temprano para decirlo, por los límites económicos que ponen la estrecha imbricación de ambas economías. Una confrontación más aguda solo augura dificultades. La destrucción económica mutua es un fuerte disuasivo para evitar contradicciones más agudas.

¿Han pensado seriamente quienes deciden nuestra política exterior en los efectos de estas transformaciones sobre nuestras relaciones con China?