Randall Cordero
Uno de los requisitos básicos para forjar un emprendimiento es haber trabajado para alguien, según el consultor y académico Emilio Zevallos.
Pero, ¿por qué el deseo de tener un negocio propio debe pasar antes por ser asalariado, empleado, trabajador, colaborador u otro adjetivo que implique una relación jefe - subalterno?
De acuerdo con Zevallos, autor del blog PYMEScopio, de El Financiero, las iniciativas empresariales hay que madurarlas a la luz de las experiencias previas, sin miedo de compartir la idea que consideramos puede convertirse en nuestra actividad por cuenta propia, porque otras opiniones le dan fortaleza para crecer o, si viene al caso, reformularla desde cero.
El consultor participó la semana anterior en una charla en Ulacit, organizada por el Club de Emprendedores de esa universidad.
Educación e innovación
En su blog, Zevallos explica que la gente más educada tiene mayores necesidades de capacitación, porque la generación de conocimiento es fundamental para que las Pymes se desarrollen.
Según datos del Foro Económico Mundial, en las sociedades con menor ingreso nacional (esto es, en los países más pobres) surgen emprendimientos casi con la misma intensidad que lo hacen en las naciones más ricas, solo que por razones distintas.
En países como Costa Rica, las empresas suelen surgir como medios de supervivencia, mientras en Estados Unidos y Europa, por ejemplo, una de las motivaciones para fundar compañías es tratar de incrementar la riqueza disponible.
"La innovación y la educación son las claves para dar el salto de un emprendimiento creado por necesidad a uno llevado a cabo por oportunidad", expresó Zevallos.
Para el asesor, la innovación puede lograrse en los procesos productivos o en la gestión empresarial; en tanto que la educación es posible destinarla a mejores técnicas de manufactura o a la administración. En ambos casos, se lograrían ventajas competitivas, de acuerdo con el académico.
Uno de esos rasgos más marcados de un emprendedor es la perseverancia, según el blog PYMEScopio. "Además, entre los emprendedores costarricenses destaca la responsabilidad y la independencia", manifestó Zevallos.
La inteligencia emocional es parte de esos requisitos, pues es educación que no necesariamente se adquiere en las aulas. "Es lo que buscan las organizaciones de hoy. Tienen un déficit, que para los demás puede ser una oportunidad", afirmó el consultor.