¿Dedicarse a ventas multinivel es emprender? Ella cree que sí y cuenta cómo inició su propio negocio

Ivannia Monge advierte que se debe diferenciar entre empresas multinivel y las de pirámide

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Los mellizos de Ivannia Monge estaban con bronquiolitis y ninguno de los medicamentos aplicados daba resultados. “La tos no se les quitaba”, cuenta ella.

Le recomendaron un producto de Doterra, una empresa de multinivel con líneas de productos de bienestar. Fue la solución. Ivannia quedó sorprendida.

Ella trabajaba en mercadeo en empresas de alimentos y de productos farmacéuticos durante 15 años. Desconfiada de cualquier otra solución, por más prometedora que se la presentaran. Tampoco tenía una buena opinión de las empresas que funcionan con esquemas de pirámides.

—No es de pirámide— le explicaron.—Es multinivel.

Para Ivannia no había diferencia. Primero, respondió en forma negativa. Varios días después le insistieron y le explicaron cómo funcionaba el esquema y que era distinto.

Ahora ella explica que las empresas multinivel tienen un catálogo o portafolio de productos de calidad, las membresías son accesibles, permiten que los usuarios las utilicen cuando deseen y los ingresos de sus participantes provienen de las ventas, “no de cuotas exageradas que piden para optar por recibir dinero”.

Entre las firmas más reconocidas de esta industria se encuentran Amway, Herbalife, Avon, Vorwerk, Natura, Coway y Oriflame. En el 2020, según el Direct Selling News (DSN), al menos 60 firmas lograron ventas superiores a los $100 millones y la industria habría generado $37.700 millones a nivel global. Doterra, según la misma DSN, fue la décimoprimera por el mayor crecimiento de seguidores en redes sociales en el mes de marzo anterior.

Cuando estaba embarazada, Ivannia había decidido dejar el empleo que tenía para concentrarse en el parto y luego en el cuidado de los bebés en una primera etapa. La idea era volver a trabajar apenas fuera posible. Ella es, además, muy activa y había compartido sus empleos con su propia tienda de ropa maternal durante casi 10 años.

La tuvo que cerrar porque estaba ubicada cerca de la rotonda de San Pedro y, cuando habían celebraciones masivas por los triunfos de la Selección de Fútbol en Brasil, en 2014, no podían tenerla abierta. El problema era que varias de esas celebraciones eran los fines de semana, precisamente cuando más se vendía. Las clientes dejaron de ir.

De modo que, hace siete años, cuando los mellizos superaron la bronquiolitis, cuando le insistieron, decidió escuchar la propuesta de conocer los productos de Doterra, pese a su desconfianza. Y se afilió en enero de 2016. Empezó a invitar a amigas y familiares, a lograr las primeras ventas y a formar su propia red.

Ivannia dice que para este tipo de actividades hay que cerciorarse que sea una empresa de multinivel, sus productos o que cumplan la promesa implícita en su mensaje. “Hay algunas empresas que tienen muchos años, pero no dan resultados”, dice.

Otra clave es tener paciencia. “El primer mes recibí $80. Me dieron ganas de salir corriendo, de dejarlo. Pero sabía que era una cuestión de tiempo”, insiste. A los seis meses recibió el primer rango de ingresos “importante”.

Para acceder al plan de compensación y recibir bonos y comisiones , el único requisito es ser un comprador regular, con una compra mínima de 100 puntos al mes, que se escogen a gusto del catálogo de la empresa. Quienes no deseen ganar bonos y comisiones, sino únicamente disfrutar de los beneficios de los productos, no tienen mínimo de compra ni frecuencia requerida y pueden comprar lo que gusten.

Además, hay bonos: como cuando se inscribe a una persona. Y si la red (conformada por las personas que Ivannia integra y las que ellas afilian) logra ventas por 600 puntos, por ejemplo, gana otro bono.

Ivannia dice que en una categoría alta llamada Diamante Azul se pueden lograr ingresos por $30.000 al mes. Ella afirma que todavía no está en ese nivel.

“No es difícil lograr los puntajes. Cada líder ayuda, orienta y trabaja en equipo para beneficio común”, afirma.

En su red hay casi 9.000 personas, algunas incluso en Colombia, España, Ecuador, Reino Unido, México, Estados Unidos y, en especial, en Panamá (donde vivió un tiempo) y en Costa Rica, donde hay unas 6.300.

Ivannia explica que los productos de Doterra se enfocan en el bienestar, especialmente en la prevención, y que la función de cada persona de la red es de asesoría.

La firma tiene unos 150 productos en diferentes líneas (multivitamínicos, probióticos, prebióticos, enzimas digestivas, cuidado personal y aceites esenciales) dirigidos al manejo de la ansiedad, aumentar la energía, el cuidado de la piel, mejorar las funciones respiratorias, digestivas e intestinales, tener mejor manejo de la inflamación y del dolor y lograr un balance emocional.

Una clave, sostiene Ivannia, es comprender —y corregir— cómo se abusa de los carbohidratos, azúcares refinados y productos altamente procesados.

A nivel global Doterra cuenta con más de 10 millones de miembros, quienes reciben entrenamiento al inicio y luego están en frecuentes capacitaciones, que desde el inicio de la pandemia son virtuales, muchas de ellas con especialistas independientes de la compañía y otros basadas en las propias investigaciones de la compañía.

“Tenemos siete niveles”, dice Ivannia. Cada persona gana una comisión en promedio del 8% por las ventas de las personas que matricula directamente y por las que matriculan o inscriben quienes están en su red.

Ella insiste que los resultados dependen de cada persona y de lo que quiere ganar, con la ventaja que cada quien establece sus propios horarios. “Hay muchas personas que no les interesa o que tienen barreras mentales”, argumenta Ivannia.

“Una parte del trabajo es demostrarles y que crean en sí mismas. Durante la pandemia mucha gente se quedó sin trabajo y logró sostenerse por las comisiones que recibían por la red de Doterra”.