La antropóloga que fundó su negocio de productos de aromaterapia, tiene tiendas en Multiplaza y Plaza Lincoln, vende en Amazon y va por más

Aromas ampliará sus canales de comercialización en supermercados, tiendas de conveniencia y exportando al Caribe.

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Andrea Becerra estudió antropología, pero cuando empezó un curso de terapias alternativas y otro a distancia de aromaterapia empezó a crear productos en la casa.

Le fue tan bien que fundó su empresa Aromas y ahora vende en sus propias tiendas, a hoteles y spa, en supermercados y tiendas de conveniencia, e incluso en Amazon.

Su idea, aparte de expandirse localmente, es exportar a Estados Unidos y a mercados de la región.

“Fue por pasión y por convicción que estudié terapias holísticas”, cuenta Andrea.

Después de haber completado en el colegio Lincoln su primaria y secundaria, ella estudió antropología en la Universidad de Costa Rica hace unos 20 años, enfocándose en cómo mejorar la calidad de vida de la población.

La misma inquietud la hizo llevar un curso de terapia holística. Estando ahí empezó a hacer aceites naturales para masajes, los cuales empezó a promover entre sus compañeros del curso y la gente conocida.

Para hacer los aceites aprovechaba la cocina de la casa de su familia.

Como a la gente les gustaba mucho, empezó a ganar seguidores para sus productos. Los directores del centro de capacitación en terapias le propusieron que los vendiera en la tienda de la institución.

Fue entonces cuando, junto con una socia de origen francés, se decidió a crear la empresa hace 15 años.

Mientras Andrea se encargaba de la producción, la socia –que había trabajado en un laboratorio farmacéutico– organizó la parte operativa y legal de la empresa.

La propuesta de Aromas es ofrecer productos de aromaterapia naturales, orgánicos y saludables.

La aromaterapia consiste en el uso de cosméticos y aceites derivados de flores, hierbas, árboles o plantas, los cuales se inhalan o se aplican sobre la piel para que sus propiedades sean absorbidas a través del torrente sanguíneo para promover la salud.

Andrea también se capacitó también en aeroterapia clínica con el Instituto de Terapias Naturales de Argentina y, para la gestión de la empresa, en el INCAE.

Con esa preparaciòn –más la capacitación que ha recibido en destilación de aceites esenciales, agricultura orgánica, plantas medicinales y aromáticas– el portafolio de Aromas se fue ampliando.

Actualmente ofrece cremas, jabones, champús, exfoliantes, aceites esenciales y para manos, pasta de dientes y desodorantes naturales.

Las líneas incluyen relajantes, energizantes y desintoxicantes.

Aparte que este tipo de productos son muy utilizados por las mujeres, también se desarrollan las categorías para hombres, embarazadas y bebés.

El portafolio supera los 50 productos.

“La filosofía es preparar productos naturales que sean terapéuticos y contribuyan al bienestar de las personas y de forma ambientalmente amigable”, recalca Andrea.

Parte del esfuerzo obtener certificaciones de reconocimiento global, como la de medicina aromática del New York Institute of Aromatic Studies y de la B Corporation, éste enfocado en modelos empresariales que equilibran la rentabilidad y los negocios con propósito.

Dificultades no han faltado.

Andrea apunta a los costos de operación que implica operar en Costa Rica por las cargas sociales y la falta de exoneraciones, así como los descalces en el pago de empresas clientes (prometen pagar a 30 días y lo hacen en 60 días afectando el flujo de caja).

Al inicio trabajaron con productores indígenas para obtener los insumos que se requerían, pero los costos hizo que optaran por importarlos de Italia, Francia y Marruecos.

Hace 10 años la socia vendió su parte a un socio y más recientemente ingresó un socio más, quienes han dado un impulso a la empresa para asumir nuevos retos, especialmente en el campo de la comercialización.

El reto es mayor, dado que se enfoca en un mercado donde debe competir con firmas internacionales.

Andrea subraya que no compiten con precio, sino con calidad y por concepto. De ahí la importancia que le da a la certificación de B Corporation.

Esta certificación fue iniciada hace cinco años, pero por la alta exigencia se tuvo que hacer una pausa. Recientemente la retomaron y la obtuvieron finalmente.

Andrea también es panelistas del primer encuentro local de empresas B e integrante del movimiento global de este tipo de negocios.

Aromas también es certificada el New York Institute of Aromatic Studies, la cual es avalada por la National Association of Holistic Aromatherapy (NAHA) de Estados Unidos.

La empresa, que actualmente tiene 15 colaboradores, cuenta con dos tiendas, una en Multiplaza Escazú y recientemente abrió otra en Plaza Lincoln, Moravia.

Sus productos se pueden comprar en Automercado y también se trabaja con hoteles y spa, sobre todo de la provincia de Guanacaste, donde ha logrado mucha aceptación pues los productos son biodegradables y no se usan químicos, colorantes ni derivados de petróleo.

Otra característica es que son “veganos”, pues no emplean derivados animales.

La idea es ampliar tanto el portafolio de productos como la venta en cadenas locales, especialmente a través de tiendas de conveniencia, y macrobióticas, así como abrir otros puntos de venta en centros comerciales.

Aromas actualmente comercializa cuatro productos en Amazon, pero tiene planes de aumentar las líneas que vende a través de este supermercado en línea y de exportar al Caribe.

Para este propósito trabaja con la colaboración de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) e incluso ya tiene la marca Esencial Costa Rica.

Otra estrategia es desarrollar experiencias a través de ferias, giras, talleres y actividades enfocadas en apotecario, mixología y gastronomía.

La venta de catálogo y con membresías también serán otros canales de expansión.

La apuesta es a la diversificación. “Tengo un plan con 33 metas”, dice Andrea.