La joven emprendedora que elabora quesos con sabor venezolano

Aparte de vender en su local, empezará a comercializar su queso en supermercados y su meta es llegar hasta Auto Mercado

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Como buena venezolana, Anabella Azmouz quería degustar las comidas de su país aquí en Costa Rica, donde vive desde hace casi 10 años.

Decidió visitar un restaurante de comida venezolana y pidió que le dieran las típicas cachapas, que tienen queso por dentro.

Sin embargo, al probar el queso, no le gustó “para nada” y se dio cuenta de que no sabía a los que comúnmente se elaboran en Venezuela.

Como estudió gastronomía, con una especialización en pastelería, analizó que ella misma podría crearlos, aunque nunca había hecho queso de ningún tipo.

Empezó a investigar y pasó cuatro meses realizando experimentos y pruebas hasta que logró idear un queso muy similar al venezolano, que se conoce como “queso de mano”.

Este tiende a ser un poco más salado que quesos nacionales como el Turrialba y tiene una textura similar al mozzarella, aunque un poco más dura pero sigue siendo blando. Además, su forma es como un disco y es flexible.

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Las primeras ventas

Como suele suceder cuando se inicia un emprendimiento, la joven de 24 años ─quien también estudió comercio internacional─ inició vendiéndoles el alimento a sus amigos y conocidos. Lo llamó Venelácteos, en alusión a su patria.

Una vez que se fue corriendo la voz sobre la existencia de su negocio, los pedidos se empezaron a incrementar.

En junio del año anterior decidió abrir su local en Escazú centro (en Plaza Cabadi).

Para ello, debió sacar los permisos para vender queso, que se gestionan ante Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), obtuvo la patente municipal y de una vez creó una sociedad y registró su marca en el Registro de la Propiedad Industrial del Registro Nacional.

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A pesar de que Asmouz cuenta con el apoyo de sus padres, el negocio lo maneja sola: ella es quien elabora el queso y lo vende.

Confiesa que el hecho de haber arrancado de esta forma le generó un poco de temor, aparte de que su negocio floreció cuando aún era estudiante, lo cual hacía que sus jornadas fueran más pesadas. Pero, poco a poco fue superando estos obstáculos.

En su nuevo establecimiento se empezó a expandir y ofrecer nuevos productos como los tequeños, que son como deditos de queso envueltos en masa.

Justamente, productores venezolanos de tequeños en Costa Rica la contactaron para que creara un queso especial para este producto.

Después de dos meses de experimentación, logró crear un queso semiduro salado para derretir.

A su vez, la empresa vende sus propios tequeños en su tienda.

Con el fin de tener más variedad, la empresaria incluyó otro tipo de queso ─que no es de origen venezolano─ llamado bocconcini.

Se trata de bolitas de queso para bocadillos, que se hacen rellenas de aceitunas verdes o de mermelada de guayaba.

Posteriormente, lanzó unos cachitos de masa de pan, rellenos con su queso y jamón.

Esta pyme obtuvo recientemente el registro sanitario del Ministerio de Salud de su queso de mano, lo que le permitirá comercializarlo en supermercados.

Empezará vendiendo en la tienda Appunto El Mercadito en Avenida Escazú y su meta es llegar hasta Auto Mercado para alcanzar un mercado más amplio y que se dirige a un público más especializado.

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