CEO de WhatsApp, Jan Koum, pasó de ser un exiliado de Ucrania a convertirse en multimillonario

Al vender la empresa en $19.000 millones, un precio que algunos juzgan como poco razonable, Koum y su socio, Brian Acton, se convirtieron en multimillonarios

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A los 16 años dejó un hogar pobre en Ucrania para buscar un futuro mejor en Estados Unidos, especializándose en informática. Dos décadas después, tras la venta de la aplicación móvil WhatsApp a Facebook, Jan Koum se convirtió en un multimillonario.

El cuento de hadas del empresario de 38 años comenzó cerca de Kiev, donde nació en el seno de una familia judía muy pobre.

Para evadir las tácticas represivas antisemitas de la policía ucraniana, él y su madre emigraron a California, sin que su padre pudiera acompañarlos.

Los primeros tiempos fueron difíciles: mientras ella acumulaba pequeños trabajos de niñera, él ganaba algunos centavos haciendo tareas domésticas en una tienda local de comestibles.

Ambos hacían fila para recibir bonos alimentarios con los que satisfacer sus necesidades más básicas.

Según la revista Forbes, cuando su madre enfermó de cáncer, la familia se benefició de una indemnización para personas incapacitadas de trabajar.

Más adelante, Koum aprendió informática y se formó en las redes comprando manuales en una tienda de libros usados.

Comenzó a estudiar en una universidad en Silicon Valley y trabajaba para una compañía de seguridad informática cuando conoció en 1997 a Brian Acton, con quien más tarde fundaría WhatsApp. En ese entonces, Acton trabajaba para Yahoo!

Los dos hombres se volvieron buenos amigos y cuando la madre de Koum murió en el 2000, Acton tomó bajo su protección al joven ucraniano que finalmente decidió unirse a él en Yahoo!, donde laboraron hasta el 2007.

Dos años más tarde, intentaron ser contratados por Facebook, pero no lo lograron. Acton tampoco pudo unirse a Twitter.

Cuando Apple abrió su tienda de aplicaciones online, el joven treintañero percibió entonces todas las posibilidades que ofrecía esta App Store.

Koum pidió prestado dinero a la comunidad de inmigrantes rusos de la región para desarrollar su idea: un sistema de mensajería para los teléfonos inteligentes sincronizado con la lista de contactos de los usuarios. Reclutó a su amigo Acton, que también estaba sin empleo y en 2009 ambos fundaron WhatsApp.

Al vender la empresa en $19.000 millones, un precio que algunos juzgan como poco razonable, Koum y Acton se convirtieron en multimillonarios.