Las empresas distribuidoras de paneles solares esperan que en 2016 los nubarrones legales y burocráticos se disipen.
El año pasado fue tormentoso, el Gobierno no definía lo que iba a pasar con la autogeneración de energía solar y esto representó una traba significativa.
Las compañías quedaron atadas de manos: no pudieron distribuir equipos, por ende no crecieron. No hubo más clientes y los empleos fueron reducidos.
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Sin embargo, este año esperan que el panorama sea claro, pues en abril la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) anunciará las tarifas de acceso a la red pública de electricidad.
Mientras esto sucede, las empresas se preparan para dar un servicio más inteligente.
Empresas como Purasol y Green Building Technologies (GBT) se alistan para dar voltaje a un mercado que se ha encontrado apagado.
Luz entre la incertidumbre
En el 2010 el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) dio luz verde al plan piloto de la generación de energía solar para autoconsumo.
Las casas y empresas podían utilizar los paneles solares y conectarlos a la red pública.
Durante este periodo 366 personas instalaron esta conexión de energía renovable.
El plan venció en febrero del 2015, y provocó el estancamiento y un vía crucis legal que perjudió a los actores de mercado.
El punto de conflicto es que parte de la energía que se produce a través de los paneles en casa y empresas va a dar a la red pública donde es aprovechada por otros clientes de las empresas distribuidoras de energía. Esos voltios deben ser retribuidos al propietario de la instalación solar.
Será en abril cuando la Autoridad Reguladora defina de cuánto será esa retribución y cómo debe calcularse.
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Al menos ya hay un primer paso, pues en setiembre el Poder Ejecutivo y el Ministerio de Ambiente firmaron el Reglamento de Generación Distribuida para Autoconsumo, que lo declara como un asunto de interés público.
La Asociación Costarricense de Energía Solar (Acesolar), que cuenta con unos 100 miembros, comparte este criterio de interés ya que el país podría contar con una matriz energética más diversa.
La energía solar podría complementar a la energía hidroeléctrica de manera que no se dependa de la cantidad de lluvia.
Además hay un impacto social, pues la energía solar permite que los abonados formen parte del sector eléctrico nacional como generadores .
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Mercado inteligente
Pierre Lambot, director de operaciones de Purasol, afirmó que a pesar de las dificultades con la tramitomanía, el negocio está caminando hacia un sistema más inteligente para añadir valor.
Software y sensores son capaces de brindar una fotografía del uso que se le da a la energía, cuánto se carga a la red pública, monitorear el aporte en tiempo real desde cualquier dispositivo.
Mauricio Rojas, director de GBT, explicó que existen plataforamas como Solargis que, además de resultar sencillas de operar, facilitan información exacta en favor del cliente.
La herramienta trabaja con la orientación, inclinación, ubicación y la cubierta del panel, elementos clave para que se lleve a cabo la predicción de los datos.
“Se generan automáticamente en un banco de datos mediante el cual el fabricante de este software lo pone en manos de cualquier cliente”, acotó Rojas.
Toda la información que se produce mediante estas herramientas permiten que los usuarios puedan tomar decisiones de forma más efectiva.
Estas prácticas también son adoptadas por las grandes empresas tecnológicas del mundo.
Google tiene un nuevo servicio en línea que rápidamente analiza la adopción de un sistema de energía solar y si los propietarios de una vivienda o comercio deberían considerar comprar paneles fotovoltaicos.
Project Sunroof de Google combina imágenes celestes de Google Earth con cálculos sobre cuánta sombra arrojan árboles sobre un techo, con datos de patrones de clima locales, precios de la industria y los subsidios disponibles para financiamiento.
Por el momento, el servicio está disponible en las áreas de Raleigh en Carolina del Norte, EE. UU. así como en otras 15 zonas metropolitanas en Arizona, Nevada, Connecticut, Nueva York, Nueva Jersey y Colorado.
Los costos de los equipos parecen acercarse a las posibilidades de la clase media alta.
Datos de Purasol indican que un sistema completo para una residencia cuesta entre $4.000 y $5.000.
Los periodos de retorno de inversión van de los dos a los siete años y se puede financiar con los ahorros de la disminución de la factura eléctrica.
Las empresas que comercializan estos sistemas de generación solar, suelen incluir esquemas de financiamiento como parte de su oferta.
El esquema más común es calcular el ahorro mensual que percibiría una empresa al empezar a generar por su cuenta.
Ese monto de ahorro se convertiría en una cuota mensual con la que se cancelaría el financiamiento de la instalación de los equipos para la generación solar.
La instalación fotovoltaica o como popularmente se conoce, solar, está lista para calentar el mercado con sistemas inteligentes y más desarrollados.
Ahora es el turno de la Aresep en despejar el panorama y darle luz a la iniciativa.