¿Es hora de que Micitt y Sutel aceleren el paso a Internet vía fibra óptica en todo el país, en una red neutral y sin excusas?

Solamente 55% de las viviendas tiene Internet, la mitad con enlaces asimétricos superiores a 8 Mbps y menos de una quinta parte con fibra óptica

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La autocomplacencia es enemiga de la superación. Mientras las autoridades de telecomunicaciones insisten en los avances en la oferta y en la penetración de Internet fija (55% de los hogares), la realidad es que los servicios no son eficientes y casi la mitad de las viviendas en Costa Rica está excluida.

Las autoridades del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) y de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) están ante la obligación de acelerar el paso para implementar las herramientas existentes e impulsar una solución de fibra óptica al hogar (FTTH).

El Club de Investigación Tecnológica (CIT), que propone la construcción de una red neutral de Internet, sostiene que en Costa Rica hay 1,8 millón de medidores eléctricos. “Debería haber ese mismo número de conexiones de fibra óptica”, recalcó Roberto Sasso, presidente del CIT.

La idea es concordante con la recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de desarrollar redes de FTTH con velocidades simétricas (iguales de subida y bajada) para atender a la demanda del servicio, durante y después de la emergencia del COVID-19.

La respuesta de las autoridades y funcionarios de las entidades de rectoría y regulación de las telecomunicaciones es lenta e insuficiente ante los déficits en los servicios, demostrados desde marzo cuando aumentó el tráfico residencial por el teletrabajo y la educación remota.

Para el Micitt se debe continuar fomentando el despliegue de infraestructura y la alfabetización digital, así como garantizar que no surjan limitaciones a la competencia ni al acceso a los beneficios del mercado (precios asequibles, mayor oferta y calidad de servicios).

La ministra Paola Vega sostuvo que la penetración y la cobertura de los servicios de Internet fija están relacionados con diversos factores. “Se asocian a una serie de variables muy amplia, entre las que se encuentran diversas brechas en el país (la brecha de demanda, educativa y de uso) que pueden influir en el comportamiento”, apuntó la funcionaria.

Sutel, por su parte, apuntó a la necesidad de proyectar el incremento de la banda ancha según el aumento de la población y los desarrollos tecnológicos, introducir la tecnología 5G para establecer nuevos umbrales de alta velocidad, y simplificar trámites para redes.

Agregó que se debe revisar en forma integral el Plan Nacional de Desarrollo de las Telecomunicaciones (PNDT) e incentivar la creación de contenidos en línea, de aplicaciones (telemedicina, educación, teletrabajo y trámites públicos) y del comercio electrónico, con lo que se incentiva el tráfico local.

“Se debe incentivar la inversión y reducir las barreras para el desarrollo de infraestructura que dinamicen la competencia para provocar mayores descensos en los precios. Este es quizás el principal reto”, dijo Federico Chacón, presidente de Sutel.

Al desnudo

Las autoridades y la industria sostienen que Costa Rica supera la penetración de la red fija que hay a nivel global, que las velocidades de los enlaces mejoraron, los precios cayeron (17% de 2018 a 2019) y las conexiones superiores a los 8 Mbps aumentaron al 46% de las suscripciones.

Desde el inicio de la emergencia por el COVID-19, no obstante, los problemas se hicieron evidentes: hogares y pequeñas empresas sin servicio, falta de estabilidad del enlace, limitada velocidad de subida y fragilidad de la infraestructura ante incidentes (accidentes y robo de cables).

Ya pasaron cuatro meses desde que el Ministerio de Educación alertó sobre los problemas de conectividad del 35% de su 1,1 millón de estudiantes y un mes cuando el Estado de la Nación divulgó que unos 500.000 alumnos no tienen conexión a Internet.

El pasado 18 de agosto otro reporte del Estado de la Nación confirmó que el 23% de los docentes se conecta con sus alumnos usando celulares y otro 2% carece de Internet.

La única decisión adoptada por el Micitt en los últimos meses consiste en una actualización del PNDT de la meta de hogares conectados: se darán 46.462 enlaces durante 2020 y 2021, en lugar de los 61.500 propuestos por Sutel.

Una mesa de trabajo conformada a finales de julio por el Micitt, Sutel y el MEP todavía tiene en deuda comunicar cuál es el plan que se implementará para dar conectividad a estudiantes y docentes.

Está pendiente también si se incluye o se deja por fuera un subsidio de Internet para mipymes y productores agrícolas.

“Faltan acciones”, dijo Christian Campos, director de C&C Consultores Asociados. “Lo difícil es la consistencia entre un plan nacional del sector y un gobierno que honestamente muestre compromiso. Eso no está”.

¿Manos atadas?

Está quedando de lado, sin embargo, una acción gubernamental para impulsar la modernización de los programas de acceso universal, a cargo del Fondo Nacional de Telecomunicaciones, y los servicios comerciales.

Lo primero depende de si el Micitt actualiza el PNDT, que apenas modificó la velocidad mínima de 2 a 4 Mbps.

Lo segundo depende de la política de competencia, a cargo de Sutel, donde los mínimos son velocidades de descarga son de 384 Kbps en fijo y 192 Kbps en móvil.

En ningún caso están actualizadas al consumo promedio en el país.

Vanessa Castro, presidenta de la Cámara de Infocomunicación y Tecnología (Infocom), recordó que los operadores realizan esfuerzos para remozar su oferta y dar mayor simetría. Insistió en la urgencia de una política pública para incluir ductos para las redes en las obras públicas.

Se requiere, también, que los conflictos por acceso a infraestructura sean resueltos por Sutel en menor tiempo, para que los operadores ingresen a zonas donde apenas hay una compañía.

Claramente todo eso es insuficiente, pero las autoridades podrían hacer más utilizando las herramientas permitidas en la regulación actual.

“Hay más instrumentos”, dijo Juan Manuel Campos, director de Ciber Regulación.

La legislación permite diferenciar a operadores de red y proveedores de servicio. Sutel podría girar una instrucción para optimizar el uso de la postería y desplegar una sola red neutral.

Para evitar resistencias a este proyecto, como ya se dieron años atrás, Sutel identifica un operador dominante y le otorgar el rol de empresa neutral, a cargo de la red en todo el país.

El Micitt también debería ordenar a la Superintendencia la realización de concursos de frecuencias para permitir más proveedores de Internet fijo (inalámbrico y satelital) a zonas sin redes alámbricas.

¿Darán esos pasos con la urgencia que se requiere?

“Las conexiones de tecnología obsoleta (coaxial y cobre) deben ser sustituidas a la mayor brevedad”, insistió Sasso, del CIT. “El Estado debería construir la nueva red de acceso de fibra óptica”.

Sobre la mesa
Propuestas para modernizar el servicio de Internet:
Transparencia: los operadores deben indicar la velocidad de subida y de descarga de datos (no todos lo están haciendo).
Tráfico local: mayor uso de los puntos de acceso neutral (IXP) y generación de contenido para que el tráfico no utilice recursos de cable submarino, con lo que se disminuye costos.
Conexiones simétricas: brindar velocidades simétricas vía fibra óptica.
Fibra óptica: red neutral con transporte, distribución y accesos de última milla en fibra óptica, donde el usuario elija proveedor de servicio con facilidad y pueda tener varios distintos (para Internet, para televisión, para telefonía IP) si lo desea.
Urgencia: la instalación de fibra óptica a 1,6 millones de hogares que faltan podría hacerse en un año a un ritmo de 6.200 conexiones diarias, generando 2.000 empleos.
Fuente: CIT