A dos años del cierre de la planta de ensamblaje, Intel casi alcanza el tamaño de la planilla que tenía en el 2014 y sigue aumentando su operación, ahora enfocada en investigación, desarrollo y pruebas de nuevas tecnologías.
Lo seguirá haciendo. Depende de las nuevas oportunidades de negocios, de si se halla el recurso humano requerido y de si el “ecosistema” local (universidades, firmas tecnológicas y empresas, banca y autoridades) se pone en sintonía con el necesario cambio de chip que también debe hacer el país: pasar de la cultura de manufactura a la de pensar y crear los productos del futuro.
La compañía celebró dos años de instalación del megalaboratorio , el cual actualmente ocupa la mitad de una planta asignada en las instalaciones de la firma en Belén.
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Para junio próximo se espera alcance el 65% del espacio, lo que muestra las posibilidades para seguir aumentando la operación en un contexto de auge de la industria con las nuevas tecnologías como Internet de las cosas, big data e inteligencia artificial.
Tanto para la instalación del Centro de Investigación y Desarrollo, y del megalaboratorio, como para el crecimiento de ambas operaciones y del Centro de Servicios Globales de Intel en el país, la clave sigue siendo la disponibilidad de personal con las habilidades necesarias (inglés, matemática, ciencia, big data, analítica y capacidad para innovar y de trabajo con equipos remotos).
“La clave es el talento”, dijo Vincent Guglielmetti, gerente general de Intel Costa Rica.
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¿Cuándo se espera que el megalaboratorio ocupe todo el espacio que tiene en la planta?
El laboratorio comenzó con un 30% de todo el piso. Eso ya se acerca a un 50% y cuando se instalen los otros equipos se alcanzará casi el 60%. En cuánto tiempo se llene depende de lo rápido que quieran las unidades de negocio tener proyectos acá en Costa Rica . No tenemos plazos específicos. Intel siempre está determinando los mejores lugares para las distintas actividades.
¿Eso implica que se duplicaría la cantidad de personal actual?
Si se sigue el mismo patrón, exactamente como si todo fuera lineal, su valoración es correcta. Actualmente hay cuatro laboratorios dentro de la infraestructura del megalaboratorio, cada uno con equipos de ingenieros, operadores y técnicos de distintos tamaños. Depende de cuál unidad de negocio llega.
Los ingenieros del megalaboratorio realizan trabajos colaborativos con equipos de Intel en distintos lugares del mundo, para ayudarlos en la prueba de productos. Pero está también el Centro de Investigación y Desarrollo dedicado a diseño, donde ahí sí están pensando en productos para el futuro.
Desde el inicio, el laboratorio se alineó a este tipo de trabajo remoto. Ahí los ingenieros debieron pasar de estar acostumbrados a tener las herramientas al lado a trabajar en colaboración con equipos en otros países y con otros equipos aquí mismo.
“El equipo del Centro de Investigación trabaja en dispositivos de nueva generación y está construyendo sus destrezas. Y también estamos trabajando con empresas en el país y con la diseñadora de joyas Ana Gutiérrez para desarrollar ideas. Es el tipo de cosas que hoy se está empezando a expandir en Costa Rica”.
¿Este centro también se fortalecerá en los próximos años?
Espero que sí. Tomó varios años para que el equipo del Centro de Investigación desarrollara las destrezas. Como resultado, ellos están haciendo trabajos más avanzados . Continuarán desarrollando sus destrezas y ampliando su espacio e integración con Intel. Las unidades de negocios de la corporación están viendo qué tipo de talento tenemos para aprovechar oportunidades potenciales que tengan sentido. Lo mismo pasa con el Centro de Servicios Globales. La compañía y nosotros siempre estamos analizando oportunidades para mayor crecimiento.
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Tal parece que la operación local, en lugar de verse afectada, se ha visto beneficiada por la reestructuración global que implementa Intel. ¿De qué depende que en Belén se sigan aprovechando las oportunidades de negocios, más desarrollo y más fortalecimiento de la operación?
Con toda la reestructuración que hemos tenido, nos ha ido muy bien este año.
“Para seguir creciendo, en el espacio de ingeniería, estamos trabajando con las universidades para definir programas adicionales que nos permitan construir más destrezas, los programas y el currículum. Ese trabajo con las universidades (son siete, incluyendo la Universidad de Costa Rica y el Instituto Tecnológico de Costa Rica) abarca la práctica con la comunidad, donde nuestros ingenieros dan clases.
“También hay que ver cuán grandes queremos ser y el tamaño del ecosistema. Si es posible encontrar y escoger lo que necesitamos, si hay que buscar recursos en la región, incluso a nivel de América Latina, y si es atractivo para ellos venir acá. Esas son las cosas que continuamos viendo.
“Continuar teniendo éxito en Costa Rica realmente se basa en talento”.
¿Es el único factor o hay otros que debemos tener en cuenta?
Definitivamente el factor principal es el talento.
“El otro factor es que, cuando usted ve las economías desarrolladas, hay mucho peso de la innovación . Por ejemplo, en otros países hay posibilidades de financiamiento para innovación. También tiene mucha importancia las Matemáticas y las ciencias en educación.
“Al fijarnos en otros lugares tenemos que ver este tipo de incentivos, pues eso es con lo que se compite”.
¿De qué forma el desarrollo de Intel y de los programas de formación de talento y de apoyo a la innovación puede beneficiar al resto de la industria en el país?
Lo vemos como una forma de ayudar a construir un ecosistema. Intel es un líder en investigación y desarrollo.
“Si ven a Intel, a HP y a otras compañías que están aquí y también que hay suficiente talento, el país es más atractivo para otras firmas que quieren venir.
“ Además de trabajar con las universidades, lo hacemos con el sector privado, con las autoridades del Gobierno y con Cinde para entender cómo es un ecosistema de investigación y desarrollo, cómo aumentamos el tamaño del ecosistema, cuáles son los programas que se requieren y que todo esto sea exitoso.
“Tratamos de mostrar los elementos de lo que se viene, cuáles son las cosas en las que hay que pensar y que encontremos el talento que se necesitará aquí”.
La huella de Intel
1997: La firma anuncia que instalará una planta en Belén, Heredia.
1999: Realiza su primer embarque.
2000: Comienza colaboración de diseño del chip con equipo regional.
2002: Incorpora ensamblaje de procesadores.
2005: Incorpora Centro Global de Servicios que atenderá 17 áreas.
2011-2013: Exportaciones promedio por año fueron por $2.000 millones.
2014: Anuncia cierre de planta y despido del 55% de la planilla. Tenía 2.700 empleados.
Fuente Archivo EF.