Nueva York - La plataforma estadounidense de venta en línea de productos artesanales Etsy comenzó el pasado jueves como una explosión en los tableros en rojo de la Bolsa de Valores de Nueva York, donde su cotización se ha más que duplicado en los primeros intercambios.
La títulos "ETSY" cotizaban a $34,08 a las 14H55 GMT, minutos después de sus primeros pasos en la plataforma electrónica Nasdaq. Esto representa un aumento de 113% comparado con el precio de introducción de $16, fijado el miércoles.
La operación había así permitido recaudar $267 millones.
Etsy es una plataforma que permite a los comerciantes, esencialmente artesanos, mostrar sus productos, y a los usuarios encontrarlos y aprovechar consejos y advertencias de otros compradores.
Buenas intenciones a prueba en Wall Street
¿Son los valores sociales y el espíritu inconformista o "hipster" conciliables con la Bolsa? Etsy empezó a probarlo el jueves al entrar a cotizar en el Nasdaq.
Su director general, Chad Dickerson, dice que la empresa se presenta como "un antídoto a la fabricación en masa" y aspira a "reinventar el comercio para construir un mundo más satisfactorio y más sostenible".
Además de los tradicionales datos financieros, el proyecto de entrada en Bolsa narraba también cómo los empleados de Etsy llevan en bicicleta a una granja local el compost que se produce en sus instalaciones, reivindicando una "filosofía de funcionamiento no convencional", de la que no renegarían los "hipsters" del barrio neoyorquino de Brooklyn, donde la firma tiene su sede desde su creación en 2005.
Etsy insiste también en su certificación "B Corp", una distinción otorgada a empresas con altos desempeños sociales y medioambientales.
Este sello, otorgado a cerca de 1.200 empresas en el mundo por el organismo sin fines de lucro BLab, es el equivalente para corporaciones de la certificación "Comercio justo" para el café y otros insumos.
Pero solo dos de ellas cotizaban en Bolsa en la actualidad, lo que demuestra que su posicionamiento no es una tarea necesariamente fácil de vender a los inversionistas.
"Ellos toman en cuenta el impacto de sus decisiones en la sociedad, no solo en sus accionistas", explicó Jay Coen Gilbert, cofundador de BLab.