Publicidad móvil en código

Bien usados, y según el target , los códigos QR podrían ser un aliado publicitario

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No es más que una matriz de puntos y tres cuadrados en blanco y negro, pero puede ser una poderosa herramienta de mercadeo, si se usa adecuadamente.

Por ser un código de barras, el QR ( quick response ) es un sistema de almacenamiento de información en la forma de caracteres.

Así, puede utilizarse para que contenga URL que lleve a un currículum vitae (si se encuentran en una tarjeta de presentación), a un sitio web, a cupones de descuento y a otras acciones que permitan ampliar sobre un tema que no se pudo –o no se quiso– exponer totalmente en determinada superficie o formato publicitario.

“Los códigos QR no son intrusivos como los banners o los pop ups , pues es el usuario mismo quien decide si quiere o no la información”, explicó Florencia Quesada, coordinadora de nuevos medios de CocoaInteractive.

¿Cuándo usarlos?

Empero, y pese a sus ventajas, todos los especialistas consultados coinciden en que, como cualquier recurso publicitario, su uso debe ser justificado.

“Entre los objetivos de la campaña está el compartir información que no se puede desplegar directamente en el mensaje impreso, o si la campaña requiere de una acción por parte del consumidor ( call-to-action ) y el código le facilita la tarea, tiene sentido utilizarlo; si no, no”, aconseja Carla Cabalceta, CEO de la agencia ComDigital.

Precisamente, facilitarle la vida al usuario (en tiempo, valor agregado o practicidad) es el fin último que, según Rogelio Umaña, director creativo digital en Tribu DDB, debe perseguir el uso de estos códigos.

Y esa utilidad debe ser reconocible para el consumidor, aseguran especialistas de Huntmads.

“Cuando el usuario se toma el tiempo de bajar la aplicación requerida para leer códigos QR y la molestia de escanear alguno espera obtener algo a cambio, ya sea en forma de acceso a un cupón de descuento, un juego, un contenido exclusivo, un video, música, etc. No tendría sentido obligar a los usuarios a buscar información que ya de por sí tienen”.

Además, es importante colocar una breve explicación y un gancho fuerte que motive y justifique el escaneo y que, el contenido esté optimizado para ser consumido desde el móvil.

¿Están los ticos listos?

“Tomando en cuenta la realidad costarricense, es claro que existe una gran cantidad de usuarios que no conocen los QR y otro tanto que considera mucho trabajo sacar su celular, buscar el app , descargarla, escanear el código y ver adonde los lleva. Hasta ahora, son pocos los que están dispuestos a realizar la acción y están conscientes de que pueden recibir algún tipo de valor agregado”, asegura Quesada.

De hecho, el estudio Red 506, elaborado por Unimer a solicitud de EF, reveló que solo 6% de los habitantes de la Gran Área Metropolitana (GAM) sabe qué es un código QR.

No obstante, Cabalceta no ve que la cifra sea suficiente justificación para desechar el uso de este recurso. “Si la campaña está dirigida a un segmento del mercado geek , o aspiracional a este segmento, o si es justamente para el perfil de ese 6% ¿por qué no usarlos?”, pregunta.

Otro portillo para el malware

La educación del usuario deberá incluir la seguridad, porque el escaneo de códigos QR puede ser una vía de infección de malware , advierten en ESET.

El hecho de que, con solo apuntar la cámara del dispositivo al código, se pueda acceder a una dirección URL y que el usuario no pueda distinguir con anterioridad a dónde va a ser direccionado, abre la posibilidad para que sean utilizados con fines maliciosos, explica Camilo Gutiérrez, especialista en awareness & research de esa firma de seguridad.

Por eso, antes de escanear un código QR lo mejor será instalar una solución de seguridad, desconfiar de los que carezcan de contexto y configuran la aplicación de escaneo para que, una vez que lea el código, no abra el enlace sin antes advertirle hacia dónde se dirige la acción.

Errores comunes

Escaneo imposible porque el código fue colocado en una superficie irregular, un objeto en movimiento, una valla de carretera, etc., o porque ahí no hay conexión a Internet.

Target desconoce qué es un QR, cómo o por qué acceder a él y/o no tiene la app para escanearlo.

Contenido del código no justifica su uso pues no aporta un valor extra o es un sitio que no está optimizado para móviles. Lo ideal es que lleve a un landing page con un mensaje específico y un call-to-action, y que esté optimizada para todo tipo de dispositivos.

Apuesta errada por apoyarse únicamente en códigos QR, cuando estos deberían ser un complemento. Por sí solos no generarán ingresos.

Fuente Publicistas y mercadólogos.