¿Qué pasó con los casi 60 empleados que Intel Costa Rica despidió en marzo del 2019?

Empresa logró reubicar a un 75% de las personas en puestos de otras unidades de negocio dentro de la misma compañía y 25 firmas de tecnologías de información están interesadas en estos trabajadores

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El pasado 26 de marzo, la multinacional Intel confirmó despidos en su planilla en Costa Rica debido a una decisión global que también afectó las operaciones en otros países como Estados Unidos.

En ese momento la empresa no ofreció mayores detalles sobre los recortes. Sin embargo, el pasado miércoles 24 de abril, EF entrevistó a Timothy Scott, gerente de Relaciones Públicas de Intel Costa Rica, para ahondar en el tema.

El vocero de la mayor fabricante de circuitos integrados del mundo, señaló que los despidos son cercanos al 3% de la planilla actual que ronda los 2.100 trabajadores, y aunque no precisó la cifra exacta, sí aceptó que se trata de cerca de 60 personas quienes dejarán sus trabajos en la operación que mantiene la firma en Costa Rica.

Los recortes se dieron en la unidad de tecnologías de información de Intel. “Sí hay una reestructuración que se dio en una de las 16 unidades de negocios que tenemos en Intel Costa Rica, esa unidad tuvo impacto a nivel global y nosotros no fuimos la excepción”, zanjó el portavoz.

Los empleados despedidos

Intel Costa Rica desarrolla un proceso de despido que se extiende por entre 60 y 90 días, durante ese periodo la empresa trata de reubicar a los colaboradores en otras unidades de negocio dentro de la misma compañía y de forma simultánea se pone en contacto con otras firmas para tratar de encontrar un nuevo empleo a la persona.

A finales de abril, cerca de un 25% de los trabajadores despedidos (unas 15 personas) ya habían sido reubicados en otras posiciones dentro de las 15 unidades de negocio que opera Intel en Costa Rica.

En una actualización a la segunda semana de mayo, la multinacional confirmó que ya lograron colocar al 82% de los trabajadores despedidos (unos 49), de esa cifra un 25% en empresas externas y un 75% dentro de la misma compañía, algunos se quedarán en Costa Rica y otros asumirán puestos en el extranjero.

Tiempos de ajustes

Intel aseguró que la salida de personal de su planilla en Costa Rica no tiene nada que ver con la desaceleración de la economía del país que en 2018 creció a un ritmo de 2,7%, una de las tasas más bajas desde 1960 si se toman como referencia los datos del Banco Mundial (BM).

Una serie de factores se sumaron en los últimos meses para generar un menor ritmo de crecimiento económico: el incremento de los precios de los commodities como hidrocarburos, la guerra comercial entre China y Estados Unidos, la crisis de Nicaragua, la huelga de empleados públicos que se prolongó por 89 días, el déficit fiscal y el alto endeudamiento del Gobierno.

“Esto no tiene absolutamente nada que ver con las condiciones de Costa Rica, esto es una decisión corporativa global, que por una u otra razón nos afectó porque tenemos esa unidad de negocio, igual impactó a Estados Unidos y a otros países”, justificó Scott.

Intel también hizo ajustes y cambios en su operación en el país en febrero del 2018, pero en ese momento tampoco dieron detalles sobre la cantidad de personas que salieron de la empresa.

La multinacional llegó a Costa Rica en 1997 con una planta de ensamblaje de productos de alta tecnología que impulsó el crecimiento de las exportaciones hasta alcanzar el 20% del total de las ventas del país al exterior y convertir los microchips de computadoras en el principal producto de salida a otros mercados.

En abril del 2014 la empresa anunció que dejaría de fabricar chips en el Costa Rica y cerraría su planta de manufactura, lo que implicó una reducción en la planilla que pasó de 2.700 a 1.200 trabajadores.

En junio de ese mismo año, Intel anunció la apertura de un mega laboratorio dedicado a la investigación y la validación de productos, esto le permitió mantener una planilla de 2.100 personas.

Para abril del 2017 la empresa despidió 68 trabajadores de un grupo de 900 ingenieros quienes trabajaban en el Centro de Investigación y Desarrolló, en Belén, Heredia.