Las redes de telefonía móvil de cuarta generación (4G), con tecnología LTE, se ampliarán y fortalecerán a partir del 2016 en la región latinoamericana, acompañadas de más servicios de entretenimiento, juegos, vídeo streaming y transaccionales.
"4G es la tecnología de más rápida adopción en America Latina", dijo José Otero, director regional de 4G Américas.
De acuerdo con Otero, en cinco años se han logrado 13 millones de líneas de LTE, mientras que con GSM se duro nueve años para alcanzar un nivel similar. Este año 2015 se podría terminar con 50 millones de líneas en toda la región. De hecho LTE está presente en todos los mercados de la región, excepto El Salvador y Cuba.
Aceleración
El avance de 4G LTE se debe a varios factores: es la primera tecnología que llega a países a con alta penetracion y cobertura de la telefonía móvil; el mercado se ha transformado: no es de voz, es de datos; se tienen economías de escala debido a la infraestructura disponible y hay una amplia oferta de smartphones.
"Eso acelera", recalcó Otero.
El avance podría verse frenado por las limitaciones en espectro, sin embargo, pues en ningún país de la región se ha cumplido recomendación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) sobre la cantidad de espectro que es conveniente para LTE.
Según Otero hay mercados donde existen muchas complicaciones en ordenamiento del espectro.
Aun así este año se pasaría de una penetracion del 4% a 7% en América Latina.
Para año el próximo año se vería un aceleramiento en la expansión de las redes móviles de banda ancha y se estima que para el 2019 se alcanzaría una penetracion del 85% con HSPDA (3.5 G y 4G LTE).
En la actualidad en América Latina y el Caribe hay 72 redes de LTE.
La expansión se dará empezando en las zonas metropolitanas y pasando luego a las suburbanas.
Además de una mayor velocidad de transmisión de datos, los operadores brindarán servicios a través de apps y contenido: juegos, vídeo, videoconferencia y entretenimiento en general.
Legislación
El desarrollo de los servicios financieros dependerá de los avances de la legislación, especialmente por las limitaciones existentes en muchos países para evitar el lavado de dinero.
Asimismo, para el desarrollo del comercio electrónico se requiere -aparte de la optimización de sitios electrónicos para acceso móvil- si claridad legal y de las garantías para los consumidores.
"Hay países de America Latina donde eso no está claro", dijo Otero. "Las entidades gubernamentales deberán resolver. No hay problema en la tecnología sino en lo legal y en materia de impuestos".
El despliegue y la expansión de las redes LTE depende, sobre todo, de la rápida modernización de la infraestructura con redes de fibra óptica para regiones alejadas, en especial porque se verá un gran incremento del tráfico de datos con Internet de las cosas (IoT).
En este campo se requiere normativa para el despliegue de torres, cuyos permisos están en potestad de gobiernos locales.