Apple lanza las nuevas iPad Air 2 y iPad Mini 3 en un momento sombrío, donde el estancamiento del mercado de tabletas se asoma amenazante en el corto y en el mediano plazo.
Tanto IDC como Gartner advirtieron que el 2014 terminaría con un crecimiento inferior al pronosticado inicialmente: en lugar de un 12%, el año finalizaría en 6,5% alerta IDC; Gartner bajó su estimación de 13% a 11%.
En los próximos cuatro años el ritmo de ventas de las tabletas seguiría lento. Entre el 2014 y el 2018 los embarques de tablets pasarán de 233.1 millones a 303.5 millones, para un crecimiento promedio de 6.8% anual.
Esto está bien si se toma en cuenta que ese aumento supera el de los smartphones, las computadoras de escritorio y las laptops (estas dos últimas en claro descenso).
No obstante, en ese periodo, la cuota de mercado de las tabletas pasará de 13% al 12,5% del mercado de dispositivos electrónicos.
Todo esto se dará pese a que -de acuerdo con IDC- en el segundo trimestre del 2014 las ventas de tabletas crecieron 11% a nivel global en comparación con el mismo periodo del 2013. Sin embargo, el aumento entre abril y junio no llega ni al 2% respecto al trimestre de enero a marzo del presente año.
La categoría de las tabletas se ve golpeada por dos factores.
Por un lado, las phablets (smartohones con pantallas de 7,7 pulgadas en diagonal) pasarán de una cuota de mercado de 9,8% al 24,4%. Este tipo de dispositivos, al parecer, está arrasando en el mercado asiático.
La otra razón del estancamiento de las tabletas, anotada por los analistas, es la madurez de los mercados desarrollados, donde ya muchos usuarios tienen una.
En Estados Unidos, por ejemplo, este año las ventas de tabletas apenas crecerían 1,5% y en el 2015 sería de apenas 0,4% debido a la alta penetración de las tabletas, explica Gartner.
La esperanza vendría de los mercados emergentes, pero acá se vive una doble presión, pues la demanda se orienta a dispositivos de menores precios y a tabletas más livianas y pequeñas (menos de ocho pulgadas en diagonal).
Los analistas indican que será la respuesta de los fabricantes la que podría revertir o atenuar el estancamiento, en especial si logran estabilizar los costos para el usuario alrededor de los $373 en los mercados maduros y cerca de los $302 en los emergentes.