Tratar de superarse sin tomar información de otros, es por lo menos, un ejercicio incompleto. Es esta una de las razones por las que es tan importante pedir y saber recibir la retroalimentación.
Sin embargo, es algo muy difícil en general en América Latina, ya que la norma es tomar las cosas de manera personal y no objetiva, o, puesto de otra manera, a la defensiva; no buscando construir.
Hay algunas personas desagradables que disfrutan amontonando críticas groseras hacia todo el mundo. Pero muchas personas bien intencionadas son reacias a proporcionar información útil por temor a crear conflictos, ofender, herir, resentir o simplemente tener problemas posteriores. Para superar esta resistencia e iniciar una conversación útil y constructiva, pruebe con las sugerencias que hoy le doy.
Harvard Business Review, entre otros, ha dedicado varias publicaciones a este tema y aquí trataré de simplificarlas y comunicarlas. A continuación, encontrará cinco pasos para pedir retroalimentación y algunas sugerencias específicas:
1. Exprese claramente que usted quiere retroalimentación sincera y constructiva. El enfoque debe ser en el objetivo de poder aprender para poder tomar acciones correctivas. Por ejemplo "Una de mis metas este año es obtener alguna información sincera sobre cómo puedo ser más eficaz en el trabajo, para configurar mi plan de desarrollo. Así que me gustaría hacerle un par de preguntas. Tengo mucho interés en su opinión y yo realmente agradeceré su claridad".
2. Agradezca. Desde el inicio. Al final. No es grato dar retroalimentación y si alguien lo hace, es de agradecer. Agradezca también los puntos buenos que destaque la gente.
3. Enfóquese en el futuro. Pregunte sobre lo que puede hacer hacia adelante, en vez de concentrarse en elucubrar lo que no funcionó en el pasado. Pídales que le ayuden a entender como ser mas efectivo hacia el futuro. Por ejemplo, puede usar alguna de estas preguntas:
4. Profundice. No se conforme, no haga solo una pregunta. Si no entiende y tiene dudas, pregunte un poco más, sin agresividad, ni tono inquisidor. Dele ejemplos de situaciones, pregunte que podría haber hecho mejor en ellas. Cuando alguien ofrece sugerencias, no debatir o tratar de explicar su comportamiento. Déle opciones para que la persona se sienta mas cómoda dándole retroalimentación. Por ejemplo, puede usar alguna de estas preguntas:
"Si usted pudiera hacerme dos sugerencias para mejorar mi trabajo, ¿cuáles serían?
¿Cómo podría manejar mis proyectos con mayor eficacia?
¿Cómo podría hacer un mejor trabajo para dar seguimiento a los compromisos?
¿Qué debería hacer para mostrar a la gente más aprecio?
¿Cuándo tengo que involucrar a otras personas en mis decisiones?
¿Cómo podría hacer un mejor trabajo de priorizar mis actividades?
¿Qué puedo hacer para que colaboremos más efectivamente en la realización de proyectos?
¿Qué pude haber hecho de manera diferente en --------?
¿De qué manera pude haber funcionado de manera mas efectiva?"
5. No interrumpa. Escuche sin juzgar. Si usted se pone a la defensiva, lógicamente, la otra persona simplemente se volverá amable y dirá cosas neutrales, que al final del camino no le ayudarán en nada. No juzgue a quien le da la retroalimentación, ni lo que le dice, positivo o negativo. Guarde silencio y no se ponga a dar explicaciones ni a justificarse. Agradézcale a la persona y déle la comodidad y tranquilidad de poder expresarse con franqueza. Tome nota de lo que le dicen. Esto le ayudará a que la otra persona perciba que usted está tomando los comentarios en serio. Igualmente, les da una pausa para pensar en elaborar en su retroalimentación.
¿Qué hacer con la información?
1. Busque patrones. Si recibe la misma respuesta de varias personas, es más probable que sea cierto. Cuando usted encuentra un patrón, preste especial atención.
2. No reaccione exageradamente. Recuerde que no hay personas perfectas. Todo el mundo puede mejorar de alguna manera, así que no se obsesione con comentarios críticos. Veálos como una oportunidad de mejora o, si no es un comentario aislado y no está de acuerdo, simplemente dejelo ir.
3. Establezca objetivos de mejora específicos. En lugar de crear una larga lista de cambios, identificar los objetivos clave que harán que la mayor contribución a su éxito futuro. Exprese sus metas en términos de comportamientos específicos, observables. Por ejemplo, decir: "uiero mejorar mi comunicación" es una declaración difusa. Sin embargo, "voy a escuchar más atentamente cuando otros están hablando" es un objetivo más específico.
4. Desarrolle un plan de acción. Para cada objetivo, elabore la lista de pasos específicos de acción que le ayudarán a hacer el cambio. En primer lugar, diferenciar los problemas de habilidad de los problemas de motivación. Es decir, ¿es necesario adquirir nuevas habilidades? ¿O simplemente hacer un mayor esfuerzo para utilizar las habilidades que ya tiene? Por ejemplo, convertirse en un buen orador público puede implicar la formación de habilidades específicas. Pero convertirse en un mejor oyente, no requiere nuevas habilidades porque todo el mundo sabe escuchar.
5. De seguimiento para evaluar el progreso. Para saber si sus esfuerzos están teniendo éxito, tener discusiones de seguimiento para averiguar si las personas han notado los cambios.
Lo mas importante de todo este ejercicio es hacerlo, únicamente, si tiene un auténtico compromiso con la superación. De lo contrario, no ponga a otros en una situación complicada. Tómelo en serio, tome los correctivos, evolucione.
Es un ejercicio que también lo puede hacer con su pareja, con su familia, con su equipo de hacer deporte o actividades varias. Es el mismo ejercicio para evaluar procesos o satisfacción con servicio o productos. Si bien, se nos pueden ocurrir muchas cosas para innovar, también es importante entender a los demás.
Y ahora que estamos a fin de año y a principios del otro ¿porque no hacer una ronda de conversaciones, pidiendo retroalimentación?