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Cuidado con la 'opción nuclear' monetaria

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Tras muchos años de negacionismo, la magnitud de la crisis fiscal finalmente se está haciendo evidente para la opinión pública. Todo empezó con un esfuerzo concertado –y torpe– de Casa Presidencial para asustar a la población sobre una supuesta falta de liquidez del gobierno de tal forma que saliera a apoyar más impuestos. Primero fue un diputado del Frente Amplio que reclamó que no le habían depositado su salario por falta de liquidez. A los pocos días se anunció que el gobierno tenía problemas para girar recursos para el pago de los programas sociales. Luego, por si quedaba alguna duda, el presidente anunció en cadena nacional que el gobierno "enfrenta dificultades de liquidez para pagar sus obligaciones y garantizar la operación de servicios esenciales". Finalmente, el mandatario remató advirtiendo que no había plata para pagar los aguinaldos. En todo momento, el mensaje oficialista insistió en que la aprobación de más impuestos es imperativo para evitar una crisis mayúscula.








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