La vitamina D es uno de los micronutrientes más fáciles de obtener, esto gracias a que el cuerpo lo produce mediante la exposición de la piel a la luz solar. No obstante, de unos años para acá se ha evidenciado a nivel médico como la deficiencia de esta vitamina es cada más frecuente en nuestra población. En algunos países es una condición común debido a las estaciones climáticas, pero en un país tropical como Costa Rica no se esperaría tener una alta incidencia de este tipo de deficiencias.
Normalmente, las personas que han empezado a mostrar mayores deficiencias de esta vitamina es la población adulta mayor por sus dinámicas de vida y temas de movilidad física, y aquellas que se exponen durante muy poco tiempo a la luz solar, factor que se ha vuelto común para todos durante este año de pandemia gracias a la cuarentena recomendada como estrategia para contener la propagación del virus del COVID 19. Además de esta característica, es más común encontrar deficiencias de esta vitamina en la población debido a que otras de sus fuentes son alimentos como por ejemplo los lácteos, el huevo y algunos pescados, y otros que no se consumen diariamente como el hígado y algunas leches vegetales fortificadas.
Niveles bajos de vitamina D se han relacionado con enfermedades infecciosas (enfermedades respiratorias y virales) cardiovasculares, autoinmunes (artritis, esclerosis) cáncer, diabetes e hipertensión. La infección provocada por el virus de COVID 19 se ha asociado a un mayor número de complicaciones, internamientos y mortalidad en personas adultas mayores, personas con enfermedades previas cardiorrespiratorias, hipertensos, inmunosuprimidos, pacientes con insuficiencia renal, pacientes con obesidad y diabéticos. Es interesante destacar que la mayoría de estas patologías de riesgo presentan mayor prevalencia en personas con deficiencia de vitamina D.
¿Qué puede implicar esto?
Las investigaciones hechas hasta el día de hoy han recomendado la suplementación con vitamina D como terapia coadyuvante en el tratamiento contra la infección por el virus COVID-19, dejando claro que no es un tratamiento para evitar el contagio o curarlo de manera definitiva. Las recomendaciones generadas en relación a este tema para valorar la suplementación son:
- Se deben conocer primero los niveles de vitamina D, para determinar si el nivel es normal o insuficiente. Se considera como un nivel óptimo entre 30 y 50 ng/mL de vitamina D en sangre.
- Analizar con un profesional en salud, ya sea médico o nutricionista, si es necesaria la suplementación y cuál sería la dosis recomendada. La dosis recomendada depende del nivel de deficiencia que se posea de la vitamina, puede ir desde 2000 UI hasta 4000 UI por día.
- Revisar el consumo de alimentos fuente de vitamina D y procurar en caso de ser posible de incrementar su frecuencia de ingesta.
- También se ha recomendado exponerse al sol al menos 3 veces por semana de 15 a 20 minutos en horarios de menor incidencia de rayos UV (antes de las 9 am y después de las 3 pm) con el fin de favorecer la producción natural de esta vitamina.
¿Cuáles serían los beneficios de la suplementación con Vitamina D?
La vitamina D se necesita para la salud ósea al favorecer la absorción del calcio, además posee propiedades antinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras, por lo que contribuye a la salud del sistema inmune, la función muscular y la actividad de las células cerebrales.
En algunos estudios se ha observado una disminución del número de las infecciones respiratorias y un aumento significativo del período libre de ellas, en pacientes que han sido suplementados con vitamina D y que poseían antecedentes de alta frecuencia de este tipo de patologías.
Se ha documentado también que la suplementación con Vitamina D puede disminuir las infecciones asociadas con hospitalización y que altas dosis de esta vitamina pueden disminuir los días de internamiento en terapia intensiva de pacientes con deficiencia y ventilados mecánicamente, lo cual cobra gran importancia en pacientes con infecciones por el virus del COVID 19.
Es importante recalcar que es indispensable mantener una alimentación balanceada para tener un sistema inmune saludable, y con mucha más razón en días como los que vivimos actualmente. Sin embargo, en temas de suplementación lo ideal es siempre consultar con un profesional en salud. Recuerde visitar nuestra página www.centrodenutricion.co.cr y nuestras redes sociales para más información.
Referencias
Rodríguez, A., et al. (2020) La deficiencia de vitamina D es un factor de riesgo de mortalidad en pacientes con COVID-19. Revista de Sanidad Militar, México. 2020;74(1-2), recuperado de https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=93773&id2=
Seijo, Mariana; Oliveri, María Beatriz. (2020) Importancia de la Vitamina D en la época del COVID. Asociación Argentina de Osteología y Metabolismo Mineral; Actualizaciones en Osteología; 16; 2; (1-15), recuperado de https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/122666