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Dos términos muy escuchados al hablar de la alimentación son los probióticos y prebióticos, pero, ¿conoce la funcionabilidad de este dúo en pro de su salud? Hoy comentaremos más a fondo de estos alimentos.
Los probióticos y prebióticos promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino y se contemplan en la rama de alimentos funcionales por los beneficios que otorgan a la salud.
Los probióticos según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son un alimento que contiene microorganismos vivos que, suministrados en cantidad adecuada, confieren un efecto beneficioso sobre la salud de la persona.
Las bacterias probióticas sobreviven al paso por el tracto gastrointestinal y se implantan en el colon o en el intestino delgado y ayudan a mejorar la salud de quien las ingiera.
Entre los beneficios de los alimentos probióticos se puede mencionar que ayudan a mejorar síntomas y problemas de salud, como el caso de la astenia que es la sensación de cansancio, fatiga, debilidad física y psíquica.
Asimismo contribuyen con los problemas de defensa del organismo reforzando el sistema inmunológico y favorecen los períodos de lactancia previniendo enfermedades en el menor. En cuanto a los lácteos probióticos uno de sus principales beneficios es que afectan menos a las personas con intolerancia a la lactosa.
Los probióticos los podemos encontrar en productos como el yogurt y leches fermentadas que contienen “lactobacilos” que brindan al organismo efectos positivos sobre la función gastrointestinal y el sistema inmunológico. Asimismo, en las leches fermentadas se encuentran las “bifidobacterias” que contribuyen a la producción de las vitaminas B12 y K, en la mejora de la función gastrointestinal.
En el caso de los prebióticos estos se conocen como “buenos promotores de bacterias”, es decir, si bien no son digeribles por sí solos sino que se agregan a un alimento, favorecen al desarrollo de la flora bacteriana en el intestino.
Los prebióticos más conocidos son la oligofructosa, inulina, los galacto-oligosácarido, la lactulosa y oligosacáridos de la leche materna. Entre los alimentos con prebióticos podemos encontrar:
- Legumbres y papas: estos poseen rafinosa y estaquiosa.
- Ajo, cebolla y puerro: incluyen derivados de inulina y fructooligosacáridos.
- Trigo, avena y cebada: contienen inulina.
- Espárragos: poseen fructooligosacáridos.
¿Dúo dinámico? Sin duda alguna el incluir estos dos alimentos dentro de las comidas es de suma importancia puesto el complemento de ambos propicia un “ganar- ganar” para el organismo.
Los probióticos y prebióticos son claves para el desarrollo de una buena salud intestinal y funcionan de manera sinérgica evitando que bacterias dañinas no crezcan y se desarrollen.
Muchos aún no conocen la funcionabilidad de estos alimentos, ¡atrévase a incluirlos en su alimentación!
