Licencia para Pecar
Es difícil que pase una semana en los medios sin que una figura política, religiosa, un profesor, atleta, o en general, una figura pública, cause un shock noticioso con una falla épica en su fuerza de voluntad. Kelly McGonigal PhD. Profesora de Stanford.
El personaje de esta semana es Petraeus, cabeza de la CIA. Y mi idea con este blog es dejar de ver la paja del ojo del prójimo y trabajar en nosotros mismos en nuestra intimidad respecto al tema de nuestra fuerza de voluntad.
McGonigal continúa: No todas las fallas de autocontrol reflejan una falta de control. A veces, hacemos una decisión consciente de hacer algo que otros pueden juzgar como una falla en nuestra voluntad. Ambos actos no son lo mismo.
Pero, para entender como los seres humanos tendemos a rendirnos a una tentación (ocurre en todos los seres humanos porque es parte del ser humano, solo que las tentaciones son distintas para distintas personas), es importante entender cómo funciona la fuerza de voluntad.
Por cierto, de acuerdo a los estudios quienes se confiesan con una fuerza de voluntad fuerte e inquebrantable, son precisamente las personas que más tienden a “pecar”.
Así que lo mejor es, me parece, ser humilde, aceptar nuestra condición humana e imperfecta, y seguir tratando de mejorar con la idea que expresa Mandela: un santo es un pecador que lo sigue intentando (no se da por vencido)…
McGonigal en su libro The Willpower Instinct , nos habla en el capítulo cinco de las licencias que nos tomamos para “pecar” los seres humanos. Desde el pecado de comernos un pastel de queso con fresas cuando estamos a dieta porque somos diabéticos o tenemos un gran sobrepeso y sabemos que no debemos ni podemos comerlo, hasta la persona que compra un par de zapatos más cuando había dicho, tras revisar el estado de cuenta de su tarjeta de crédito y ver sus ingresos ( y su closet), que no necesita comprar zapatos, hasta quien cede a fallas morales más profundas como el que sucumbe a un vicio que atenta contra la integridad física personal y pone en peligro su vida y su familia, como quien consume drogas ilícitas.
En días pasados, tras leer el periódico La Nación, que le ha dedicado varios ejemplares al problema de obesidad desde varias perspectivas, he visto con más detenimiento la gente que camina en las calles y es evidente lo que nos enseñan las cifras: la obesidad crece de forma importante en Costa Rica.
La obesidad, en la mayoría de los casos, porque hay excepciones, es un síntoma de la falta de control en quien la sufre.
Cada uno tiene su tarea, objetivo o meta personal que le cuesta, sobre la que debería trabajar, esto es responsabilidad individual. ¿Cuál es en su caso su meta, objetivo o reto?
Para usted pudiera ser algo como cuidar la dieta, hacer ejercicio, dormir más, disminuir (o eliminar) el uso de Facebook o de tiempo perdido viendo televisión. Pudiera ser algo más profundo, como dejar de fumar porque tiene osteoporosis o una afección pulmonar o dejar de tomar licor (el alcohólico) o ceder ante impulsos de comprar, si tiene problemas financieros.
No tenemos que ser Tigerwoods, una celebridad conocida por su auto-disciplina, quien resultó involucrado en un escándalo por su adicción al sexo, o Haggard, un ministro popular en los Estados Unidos por luchar en contra de los derechos de los homosexuales, descubierto drogándose y teniendo relaciones sexuales con un muchacho dedicado a la prostitución, para ocuparnos y preocuparnos por este tema.
A continuación McGonigal pone bajo el microscopio una guía de justificantes que usamos los seres humanos para convencernos de caer o ceder ante algo que previamente habíamos acordado que no cederíamos.
Vicios y Virtudes. ¿Es usted de los que se da permiso de ser malo cuando ha tenido un logro en su fuerza de voluntad y se ha comportado como bueno ? Ejemplo: "sé que no debo tomar un trago, pero hoy ha sido un día duro me lo merezco" podría decir el alcohólico que ha dejado de tomar pero cede ante un día que le ha causado estrés, tristeza o descontento.
¿Está tomando prestado del futuro? ¿Es usted de los que se dice a si mismo que mañana hará algo diferente a lo que hace hoy para compensar? Ejemplos: "mañana comienzo una dieta, hoy en la noche no ceno", podría decir alguien luego de un gran atracón.
Efecto halo. Justifica un vicio por la ventaja que tiene la opción escogida: "no debo comer helado y menos dos bolas, pero este este es sin azúcar" (o sin grasa).
Experimentos de fuerza de voluntad. Por ejemplo, cuando se justifica un comportamiento de hoy por algo que se ganó ayer, ejemplo: "puedo comerme este gran plato de comida porque me maté trabajando y me lo merezco aunque estoy a dieta". Piense la razón por la que usted se portó bien, por ejemplo: "yo soy una persona responsable, a mi me gusta tomar buenas decisiones, quiero ser una persona saludable", y no vea la situación ni decida desde la perspectiva de si usted merece un premio.
Un mañana como el hoy. Para su reto de fuerza de voluntad, trate de minimizar la variabilidad del día a día. En realidad debería comer hoy como tiene que comer el resto de su vida.
Si usted ha cedido a la tentación, a la adicción, ha procrastinado o ha tenido problemas en el área de la motivación para lograr algo, le doy la noticia que no está solo, todos lo hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas. La diferencia grande en las personas en este tema está en quien sigue tratando y no se da por vencido en la tarea de liderarse a sí mismo y quien simplemente se rinde ante sus impulsos, tentaciones o adicciones…
Decía Gandhi que "nadie puede liderar a otros hasta que no aprenda a liderarse a sí mismo". ¿Cómo está usted en el cumplimiento de sus propósitos o metas personales, no respecto a otros, (siempre podemos compararnos mejor o peor que otros) sino respecto a usted mismo?