
El presidente de la Corte Suprema de Justicia fallecido ayer, Luis Paulino Mora Mora, tenía una línea de pensamiento mixta: fue progresista en algunos temas como la apertura comercial, y conservador en otros como los matrimonios del mismo sexo o la fertilización in Vitro.
Sus votos como magistrado de la Sala Constitucional dejaron evidenciado cómo articulaba sus valores con los principios legales, como lo registró EF en el 2010, en un reportaje sobre los planteamientos de los magistrados de la Sala IV en varios temas polémicos.
En el caso de la reelección presidencial, votó en contra en el año 2000 y en el año 2003, a pesar de haber formado parte como ministro de Justicia del primer gobierno de Oscar Arias, precisamente el impulsor de la reelección.
En el 2003, Mora alegó que la prohibición constitucional introducida en 1969 de que un expresidente no volviera a Zapote no suprimía completamente el derecho a ser electo, pues se podía optar por otros cargos, como el de diputado. La mayoría de la Sala IV no compartió su criterio y se anuló la reforma, permitiendo a Arias volver a la Presidencia en el 2006.
Como miembro de la Sala Constitucional, Mora fue uno de los cinco magistrados que avaló el Cafta (acuerdo comercial con Estados Unidos) y su participación en votos que señalan defectos en normas de implementación fue relativamente baja, en comparación con otros magistrados como Fernando Cruz y Gilberto Armijo.
En los aspectos religiosos, a Mora se le podía calificar de conservador. Al igual que Armijo, siempre profesó la religión católica. Votó contra la acción que cuestionaba la prohibición del matrimonio de personas del mismo sexo, y también rechazó la que impugnaba los efectos civiles del matrimonio católico. Tampoco avaló la fertilización in vitro, junto con el voto de mayoría.
En el tema ambiental, no había bandos opuestos en la Sala IV y por lo general los magistrados siempre votan de forma unánime a favor del ambiente. Sin embargo, en caso Crucitas, Mora dio el aval, junto con Ana Virginia Calzada y Teresita Rodríguez (sustituta temporal del jubilado Adrián Vargas en ese caso).
Mora no participó en el fallo contra el acueducto de Sardinal ni en otro que protege los acuíferos de Poás de Alajuela y limita firmemente la obra civil en tal zona.
En cuanto a las convenciones colectivas, Mora formó parte del grupo de los cuatro que las sometieron a estudio. Por ejemplo, en una sentencia en el 2006, esa mayoría consideró desproporcionado que Japdeva pactara en una convención que se usen fondos públicos para cubrir una falta del trabajador en el desempeño de sus funciones.