Costa Rica forma parte de un grupo emergente de países han mejorado su capacidad y disposición para las inversiones hechas por alianzas público privadas (APP), principalmente en infraestructura.
La tercera edición del informe Infrascopio analiza los entornos nacionales para estas inversiones en la región de América Latina y el Caribe; fue elaborado por la Economist Intelligence Unit (EIU), y encargado por el Fondo multilateral de Inversiones (Fomin), miembro del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo.
El ranking ubica a los países en cuatro grupos, según la preparación que tengan para permitir el desarrollo de estas alianzas. Se trata de naciente, emergente, desarrollado y maduro. Ningún país latino está en nivel maduro, Costa Rica fue ubicado en la categoría “emergente”.
A cada uno se le asigna una calificación, que comprende las notas ponderadas por categoría de su marco normativo e institucional, madurez operativa, clima de inversión, facilidades financieras y factor de ajuste subnacional.
El país pasó de 32,6 puntos (de una base de 100) a 38,8. Chile se encuentra en el primer puesto 78,6 puntos.
Su área más débil es el marco institucional, pues los investigadores consideran que se requieren reformas legales que faciliten estas alianzas.
Opción por la infraestructura
El sector de transporte ha sido y seguirá siendo el sector dominante para las APP en Costa Rica, pues la Ley limita estas inversiones en el sector eléctrico e hídrico.
Los puertos marítimos en Honduras, El Salvador y Ecuador, y las carreteras en Costa Rica y República Dominicana, son algunos de los proyectos de alto perfil que servirán de barómetros para el futuro de las APP en la región.
De acuerdo con el informe, un incremento substancial de los proyectos de APP solo es probable si Costa Rica logra un consenso amplio en las fuerzas políticas y sociales que demuestre que estas alianzas representan una opción factible para satisfacer el déficit de infraestructura.