El ejército afgano, construido y entrenado por las tropas estadounidenses presentes en el país durante casi 20 años, se desmoronó en cuestión de semanas. Sin el apoyo de los americanos, el Talibán protagoniza una ofensiva exitosa y este domingo 15 de agosto cantaron victoria con su ingreso a la ciudad capital Kabul.
La situación actual detonó en mayo, cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que sus tropas empezarían un retiro progresivo de Afganistán el cual debería concluir a finales de agosto. Esto marcaría el final de una guerra que inició en 2001 después del ataque terrorista perpetrado por Al Qaeda contra las Torres Gemelas en Nueva York y el Pentángono en Washington, Estados Unidos.
Para analizar la situación en Afganistán, EF conversó con los analistas internacionales Carlos Murillo y Guillermo Barquero.
¿Qué está pasando en Afganistán?
El retiro de las tropas militares de Estados Unidos en Afganistán dejó un territorio libre para que el Talibán -en muy corto tiempo- llegara a Kabul -capital afgana-.
“Ellos (los talibanes) han visto la salida de Estados Unidos, no como la salida de Estados Unidos, sino como el triunfo de los talibanes. Entonces, se inyectan de la motivación política de decir: estamos derrotando al enemigo”, enfatizó Barquero.
Para este domingo 15 de agosto los países occidentales a aceleran el ritmo en la evacuación de sus diplomáticos y ciudadanos. Además, el presidente afgano Ashraf Ghani abandonó el país, según aseguró a AFP el ex vicepresidente Abdullah Abdullah.
¿Quiénes son los talibanes?
El Talibán es un grupo fundamentalista, islámico y sunita. Su propósito es establecer un califato o emirato islámico. Además, basan la acción política en sus convicciones religiosas en apego al islam.
¿Por qué Estados Unidos retiró sus tropas y cuándo lo hizo?
El analista internacional, Carlos Murillo, explicó que la presencia de tropas estadounidenses en Afganistán evitaba las confrontaciones armadas, pero no resolvió el problema de fondo del país asiático que es la ausencia de un estado, pues son “los señores de la guerra” quienes que controlan históricamente el territorio.
La guerra es Afganistán se convirtió en la más larga en la historia de Estados Unidos y el costo monetario y político se volvió insostenible a criterio del actual mandatario, Joe Biden.
La agencia noticiosa Associated Press (AP) cita datos del Pentágono que indican que las dos décadas del conflicto, iniciado para desmembrar la organización terrorista Al Qaida afincada territorio afgano, ha costado la vida de 2.448 tropas estadounidenses, 1.144 miembros de las fuerzas aliadas, más de 47.000 civiles afganos, al menos 66.000 militares y policías del país asiático y 72 periodistas.
El costo monetario de la guerra se cuenta en los billones de dólares y fue financiado, fundamentalmente, con la emisión de deuda por lo que los contribuyentes estadounidenses deberán seguir pagando los intereses por años.
Los 20 años de ocupación occidental sí lograron una mejoría en la calidad de vida en Afganistán, según reflejan indicadores citados por la AP por ejemplo la mortalidad infantil se redujo a la mitad. Se expandió la cobertura eléctrica de solo el 25% de la población en 2005 a casi la totalidad en 2019. Además, se permitió el acceso de las mujeres afganas a la educación y puestos laborales.
¿Qué va a pasar ahora en Afganistán?
El panorama es sombrío. El futuro del país parece depender de cómo los talibanes administren la situación. Con el pasar de los años, el grupo insurgente ha intentado bajar el tono a su discurso por uno de respeto a los derechos más fundamentales de las personas, pero siempre bajo el respeto a las reglas estrictas del Islam.
Sin embargo, la agencia AFP reporta que en la ofensiva actual los talibanes ya han sido acusados asesinatos de civiles, decapitaciones y secuestro de adolescentes para casarlas por la fuerza.
Para Barquero el futuro inmediato es “muy doloroso y de mucho infortunio’'.
Además la situación podría sumarle inestabilidad a una región ya volátil. Afganistán comparte fronteras con Pakistán e Irán. El gobierno iraní pertenece al grupo chiita del Islam, mientras que los talibanes pertenecen a la rama sunita.
¿Qué impacto puede tener en la geopolítica lo que está sucediendo en Afganistán?
Aunque Afganistán no es un país productor de petróleo, el problema de un conflicto armado que amenace con extenderse a Irán o a Pakistán es que de inmediato el mercado del petróleo reaccione con precios al alza. Eso ocasionaría un efecto dominó que incrementaría los costos de muchos bienes alrededor del mundo aunque no tengan que ver con el conflicto en Afganistán.
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Según Murillo, el sistema internacional es tan interdependiente que lo que pase aun en un país lejano, como Afganistán, puede terminar afectando a Costa Rica o a los países centroamericanos a través de un aumento de precios del petróleo o de algunos otros minerales estratégicos que se producen en esa zona y que afectarían de gran manera a los mercados.