
Con un mayor acceso a capacidades para producir y al conocimiento tecnológico, las empresas que aún no exportan en Costa Rica podrían hacerlo, ya sea de forma directa hacia el exterior o indirecta, mediante encadenamientos productivos con las compañías multinacionales instaladas en el país.
Estas herramientas ayudarían a cerrar la brecha que existe entre las empresas exportadoras y las que no lo son, que es la mayoría, según se concluye en una investigación del Estado de la Nación y la Comunidad Económica para América Latina (Cepal).
El mexicano Ramón Padilla, oficial de la Cepal encargado del estudio titulado “Desempeño Exportador y Heterogeneidad Estructural en Costa Rica”, asegura que esa brecha es mucho más grande acá que en los países desarrollados como Europa y Estados Unidos.
Sin embargo, considera que el país tiene el potencial para contrarrestar esa concentración de exportaciones mediante acuerdos público-privados.
¿Qué produce esa brecha en Costa Rica?
Es un círculo virtuoso. Una empresa que tiene mayores capacidades es también capaz de ser más productiva y tener acceso a los mercados internacionales de hoy, pero por otro lado, hay otro grupo de empresas costarricenses que no tienen esas condiciones y cada vez son más.
“La concentración de las exportaciones en pocas firmas y la diferencia de los salarios de las que exportan y las que no, es muy grande.
“La heterogeneidad que investigamos se presenta en ese grupo de empresas altamente productivas, que pagan elevados salarios y pueden crecer, en contraste con ese grupo de las otras compañías que no tienen esas capacidades de exportar, son poco productivas y ofrecen menores pagos.
“Costa Rica tiene que ampliar la plataforma exportadora y fortalecer a las pequeñas y medianas empresas para que sean parte de las cadenas globales de valor”.
¿Cuáles son los retos del país ante este panorama?
Lo que debe hacerse es que la diferencia sea menor y que cada vez haya un mayor número de empresas con capacidad de exportar directa o indirectamente, con componentes o bienes intermedios mediante empresas que ya están exportando.
“El apoyo también tiene que ver con los procesos de cómo hacer la producción más eficiente mediante técnicas que alcancen los estándares de calidad que se piden en el mundo. Es incrementar el valor agregado.
“Costa Rica ha tenido avances muy importantes en diversificación de la estructura productiva con orientación a manufactura, exportación de servicios como software y centros de llamadas, pero deben fortalecerse los encadenamientos locales para aumentar ese valor.
“Hay que revisar cuáles tienen la capacidad para hacerlo y ayudarlas en tecnología de producto, que sean diferenciados, que ofrezcan mayor calidad, innovando y que satisfaga necesidades cambiantes en el mercado.
“Las actividades que tienden a apropiarse del mayor valor agregado son las de más contenido tecnológico y hay que trasladarla a las actividades más intensivas en mano de obra, asociadas con ensamble y manufactura de componentes”.
¿Quiénes deben impulsar esas mejoras?
El Estado juega un papel central en promover la competitividad de las pequeñas empresas, pero hemos visto que debe haber una acción conjunta entre el sector público y privado.
“Estamos identificando que entre los principales cuellos de botella aparece la falta de certificaciones para exportar.
“El Gobierno debe apoyar buscando empresas certificadoras que ayuden a las compañías locales a certificarse con las exigencias globales; además hay que impulsar vínculos con universidades o centros técnicos, con apoyo del sector privado.
“Tiene que darse una relación muy estrecha entre el sector público y el privado para poder lograrlo”.
¿Cuáles son las causas para que exista esa brecha grande entre las empresas exportadoras y las no exportadoras?
Es un fenómeno generalizado en todos los países del mundo, el problema es que está más acentuado en Costa Rica que lo observado en Europa, por ejemplo.
“En un país como Alemania, las exportaciones no están concentradas en tan pocas empresas como en Costa Rica.
“Las causas son sociales y económicas. Un pequeño grupo que tiene acceso a financiamiento y educación con capacidad para generar una empresa competitiva y otros productores que no tienen esa capacidad. Es resultado de la estructura social y económica desigual del país, que se replica en la estructura productiva.
“Los que exportan tienen mayor acceso al financiamiento y más capacidad y conocimiento para llevar un producto al extranjero y competir a nivel global”.
Según el estudio, el pastel de exportaciones de Costa Rica ha variado entre el 2000 y 2012 hacia la tecnología media. ¿Hay que seguir ese camino?
Eso a veces es por moda, tendencias globales o en el medio de negocios se tienden a hacer ciertas cosas, por ejemplo, apostarle a la alta tecnología, pero cualquier sector puede dar valor agregado, si se le sabe apoyar.
“Por ejemplo en Costa Rica con el café gourmet . Es distinto el precio que se obtiene por un café común que por uno gourmet . Lo mismo con la piña.
“En cualquier sector hay oportunidades, si se le apoya adecuadamente.
“Hay que dar soporte a los productos primarios o agrícolas, no dejarlos botados. Es ayudarles a la transformación del producto para competir en el mercado global”.