Una nueva crisis se asoma al sector de la construcción, que después de una fugaz mejoría en el primer semestre del 2011, viene en franca caída.
En estos primeros seis meses cayó en 7,6% en relación con la primera mitad del 2012, tanto en la construcción del sector público como del privado.
Comparando el total de metros cuadrados tramitados, hay una diferencia de 227.000 metros menos este año.
La variación interanual está por primera vez en rojo después de la disminución que presentó el sector en el 2008 y 2009, época de la crisis global financiera y económica.
Se trata de algo que se venía fraguando. Desde el segundo semestre del 2011, cada seis meses se desacelera más el impulso del sector.
La compleja situación que vuelve a poner contra la pared a esta rama productiva fractura su empleo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la ocupación cayó en más de 9.700 trabajadores, entre el primer trimestre del 2012 y el primero del 2013.
Las fisuras aparecen en casi todos los subsectores. Un importante golpe se presenta en vivienda, principal motor de la actividad, que decreció en 2,2%, pero también cayó la construcción comercial (12,6%) y de oficinas (35,2%). El único sector que tiene cifras en verde es la construcción industrial, que se refiere a fábricas, almacenes y bodegas.
Mercado contraído
La Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) ve como la causa principal de esta merma, la reducción en el crédito de los bancos para edificar.
A principios de año, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) anunció la aplicación de un tope al crecimiento del crédito. La medida rige desde el 1 de febrero y hasta el 31 de octubre de este año.
El límite implica que la cartera total de crédito (colones y dólares) solo puede crecer un 9% durante este tiempo.
“Lo dijimos desde principio de año, que iba a impactar. Las medidas deben tener soluciones alternas sin generar impacto en la producción y una crisis mayor en vivienda”, aseguró el director ejecutivo de la Cámara de la Construcción, Rándall Murillo.
Murillo añadió que no se debe ponerle más restricciones a los créditos, porque afectan el acceso a la vivienda por parte de la clase media y limita a desarrolladores.
En el sector productivo se insiste en que el tope al crédito genera un círculo vicioso, porque al reducirse los préstamos, los desarrolladores dejan de vender y prefieren congelar el proceso de construcción, a la espera de que la demanda absorba lo que ya tienen listo para el mercado.
El impacto mayor lo recibe la clase media, que para tener una casa de ¢30 millones en adelante necesitan crédito.
Según datos de la Cámara de Bienes Raíces, en Costa Rica el 90% de la venta de casas, condominios o apartamentos se hace mediante préstamos.
“Al no tener acceso, entonces la gente posterga la decisión de compra, eso hace que el desarrollador sea más precavido y no construya más lo que impacta en los datos”, añadió la presidenta de esa cámara, Aleyda Bonilla.
En el Gobierno, las primeras reacciones son de prudencia. El ministro de Vivienda, Guido Alberto Monge, considera importante que se analice la decisión del Banco Central.
“El sector construcción es muy activo y este tipo de cosas lo golpean. En bono de vivienda no hay problema, porque el 80% de las casas que damos son bono total”, agregó Monge.
Al panorama del crédito se une el hecho de que el precio de las materias primas para construir también ha aumentado.
Tanto el bloque, como el cable, la arena, piedra quebrada, tubo de PVC, el cemento gris y el concreto han subido.
El único producto que se mantienen igual al año pasado es la varilla de construcción.
Alajuela, la que más crece
En medio de la contracción en este sector, la provincia de Alajuela es donde más se desarrollan obras.
Ahí ha aumentado en un 39,8% el número de metros en el primer semestre de este año, en relación con el primero del 2012, de acuerdo con cifras de la Cámara de la Construcción.
De enero a junio pasado, la zona de desarrollo tramitada fue de 603.265 metros cuadrados y durante el mismo tiempo, el año anterior, fue de 431.596.
Para el presidente de la Cámara, Gonzalo Delgado, el dato de Alajuela tiene que ver directamente con la nueva zona franca que opera en El Coyol.
“Esto está provocando que mucha gente quiera irse a vivir en particular al cantón central”, detalló.
Otros que crecen pero en menor medida son Cartago, con 19,6%, y la que más asusta a los desarrolladores es San José con un aumento de solo 0,6%.
La capital sigue tramitando la mayor cantidad de metros cuadrados totales con 948.369 en los primeros seis meses del año, pero los desarrolladores lo consideran muy bajo.
Según información de la Cámara de Bienes Raíces, la Gran Área Metropolitana (GAM) concentra el mayor impacto negativo, no así la zona de las costas donde el mercado son principalmente los extranjeros.
Las provincias que muestran cifras de decrecimiento son Puntarenas ( -53,9%), Limón (-29,4%) y Guanacaste (-26,8%).
Heredia se une a esta lista, después de que tuvo un boom de construcción en el 2008. Este primer semestre tiene una caída de -20,3% respecto del 2012.
Ante este panorama, los constructores esperan que su reclamo haga que las autoridades revisen sus políticas en la materia.
Sin embargo, todavía no hay una señal en esa dirección. Mientras tanto, la construcción pareciera fraguar una nueva crisis.