El famoso artista callejero británico Banksy, de visita en Nueva York, encontró una nueva manera de que se hable de él: compró una pintura en una tienda de segunda mano, le agregó un soldado nazi, un banco y su firma "Banksy" al lado de la del autor original ("K. Sager") y la donó para una subasta de beneficencia.
Se trata de la última sorpresa del provocador grafitero, que se encuentra desde principios de octubre en Nueva York para una residencia de un mes en las calles de la ciudad, con obras que han fascinado a sus admiradores y enfadado a sus críticos.
Comprada por $50 y donada el martes a la misma tienda de segunda mano de Housing Works, que ayuda a personas sin techo y pacientes de sida, la obra es objeto de una subasta por Internet en el sitio www.biddingforgood.com.
El artista británico tituló su trabajo La banalidad de la banalidad del mal, en referencia a la célebre obra de Hannah Arendt sobre el hecho de que los crímenes del régimen nazi no fueron cometidos por fanáticos o locos sino muchas veces por gente ordinaria.
El precio de base fue de $74.000 pero el miércoles al mediodía ya había alcanzado más de $220.000 y se espera que llegue a un millón de dólares cuando cierre el remate el jueves por la noche.
Las obras de Banksy, cuya verdadera identidad permanece en secreto, suelen venderse por cientos de miles de dolares en las galerías de arte.