El gigante nipón, que el año pasado se vio relegado al segundo puesto mundial por detrás del alemán Volkswagen, ha tenido que enfrentarse a un retroceso en el mercado estadounidense
El gigante nipón, que el año pasado se vio relegado al segundo puesto mundial por detrás del alemán Volkswagen, ha tenido que enfrentarse a un retroceso en el mercado estadounidense