El ministro de Hacienda, Helio Fallas, dijo esta mañana que la reducción en el déficit primario y fiscal en el mes agosto evitará que el Gobierno presione las tasas de interés en su búsqueda de recursos.
Según Fallas, la disminución del déficit observada en el mes pasado es una señal que le daría más aire al Gobierno en lo que respecta al endeudamiento por medio de la emisión de bonos de deuda interna.
En agosto pasado el faltante fue de ¢90.822 millones, menor en comparación con julio y también fue menor si se compara con agosto del 2013.
Para el viceministro de Hacienda, Fernando Rodríguez, aunque el déficit acumulado sigue aumentando (3,5% del PIB), el comportamiento observado en agosto es una señal de que las medidas contra la evasión y de control de gasto estarían funcionando.
Una menor presión para Hacienda podría implicar también una presión menor sobre las tasas en el mercado de valores, cuyo efecto se puede trasladar al sistema bancario y a los intereses que se cobran al público en general en los préstamos.
En el 2015, Hacienda debe enfrentar el volumen de vencimientos de bonos más alto de los últimos cinco años, lo cual quedó reflejado en el concepto de amortizaciones del reciente proyecto de presupuesto de la República que prevé ¢1,76 billones en este tipo de pagos.
“Acuérdese que están los $1.000 millones que no se han colocado (de eurobonos), después están los canjes de deuda y las medidas como que las instituciones utilicen los excedentes, y no el presupuesto, y el otro los préstamos contingente”, dijo Fallas sobre los factores que podría hacer bajar la demanda de recursos por parte de Hacienda.
Según las autoridades hacendarias, otro de los factores que ayudaría a evitar un exceso de presión en el mercado es que casi la mitad de los bonos de deuda interna del Gobierno está en manos de entidades públicas. Se trata de un 46% del total emitido que se reparte entre el sistema financiero, el sector financiero no bancario, el sector público no financiero y el resto de las instituciones del Estado.
Para Fallas, el hecho de que una buena parte de los bonos sean propiedad de entidades públicas facilita la negociación de eventuales canjes de deuda, mecanismo que evita la liquidación de los bonos y permite el intercambio por otros nuevos con un plazo más largo.
El plan de colocación de bonos de deuda para el segundo semestre del 2014 es por ¢890.000 millones.