El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) aumentó en setiembre la velocidad de sus colocaciones en el mercado de valores de Costa Rica.
En términos más prácticos, el ICE colocó el 7 y 14 de setiembre pasados un total de $175,4 millones, cantidad que es superior en un 81% a lo que ha colocado entre enero y agosto de este mismo año ($96,7 millones).
La necesidad total de recursos se incrementó notoriamente este año para la entidad productora de energía eléctrica y proveedora de telefonía. Actualmente, lleva una captación acumulada de $272 millones, cantidad que está por encima en $49 millones de todo lo que captó el año pasado.
Los más recientes movimientos fueron de la serie de bonos F4, que es una emisión de $175 millones y cuyos recursos se destinarán a los nuevos proyectos de generación hidroeléctrica y geotérmica, así como mejoras en generación hidroeléctrica, térmica y líneas de transmisión.
Esta emisión se agotó en las dos subastas que se realizaron. Incluso, en la última, que fue de $50 millones, se recibieron ofertas por $111,6 millones.
Los títulos subastados tienen una tasa de interés bruta de 7,61% y el valor facial es de $1.000 con vencimiento al 7 de setiembre del 2027. El último precio relativo ponderado de la colocación fue de 101,13%, lo que implica que el mercado valoró el instrumento a una menor tasa de la facial anunciada.
En total, debido al sobreprecio, el ICE recibió $406.666 de más, principalmente por los resultados obtenidos en el segundo tracto que se llevó a cabo el 14 de setiembre.
Todo el programa F de bonos estandarizados es de $400 millones.
No obstante, la entidad también tiene que enfrentar vencimientos de bonos, uno de estos es en diciembre del 2013, cuando caduque una emisión de $40 millones.
Martín Vindas, gerente de finanzas, explicó que el aumento en las captaciones obedece al cumplimiento de la programación financiera para cubrir necesidades de inversión del sector eléctrico y telefónico.
Sobre el momento, Vindas detalló que se debe a una oportunidad que quisieron aprovechar en el tema de liquidez.
Reacción
Para Mariany Espinoza, analista económica del puesto de bolsa INS Valores, es poco sorpresivo el hecho que el ICE requiera en este momento de más recursos.
La especialista detalló que por los resultados vistos hasta el momento, en especial los del 2011, es claro que la entidad necesita fondos.
En los resultados financieros auditados del año pasado, el ICE cerró con pérdidas por ¢22.855 millones, ocasionados por un aumento de ¢51.795 millones en gastos de comercialización.
Al respecto, el presidente de la institución, Téofilo de la Torre, dijo, en junio pasado en una entrevista con el diario La Nación , que esas pérdidas se debían a la apertura del mercado de telefonía celular.
Sin embargo, semanas después, Jaime Palermo, gerente de clientes, afirmó en otra entrevista con EF que esas pérdidas obedecían a múltiples razones y no solo a la apertura. Entre los motivos están el desequilibrio de Racsa, menos ingresos por llamadas internacionales y un pacto que provino del sector eléctrico.
Según Espinoza, el impacto financiero del ICE está muy relacionado con el impulso en comercialización, por ejemplo, con la marca Kölbi.
A pesar de los resultados, la especialista considera la entidad aún está capacidad de soportar más endeudamiento. Actualmente, la relación entre el pasivo financiero y los activos totales es de un 32% y la legislación le permite llegar hasta un 45%.
Sobre el incremento en las colocaciones que produjo la nueva emisión, Espinoza detalló que posiblemente se optó por aprovechar la liquidez de este momento y no competir con la eventual salida y llegada al mercado de los nuevos eurobonos.
Max Goldberg, trader del puesto Mercado de Valores, afirmó que, ante la llegada de la nueva deuda externa costarricense, existe la posibilidad que bajen las tasas de interés, por lo que le resultaría más barata la emisión.
No obstante, el riesgo en ese momento es una disminución de la demanda por parte de los inversionistas, dado que pueden preferir los bonos soberanos frente a los corporativos.
Por su parte, Vindas considera que los eurobonos terminarán por afectar a todo el mercado de valores, siempre y cuando se coloquen a rendimientos distintos a los esperados por los operadores en este momento.
Como estos datos no se pueden anticipar hasta el día de la subasta, dependerá del plazo y el precio al que se asignen el cómo afectarán a determinados instrumentos locales.