Tras seis años de apertura en el mercado de pólizas, el Instituto Nacional de Seguros (INS) mantiene el liderazgo, pero las compañías privadas han demostrado que son capaces de atraer a una amplia lista de clientes.
Estas empresas aumentaron su participación en el mercado en 20 puntos, en los últimos cinco años.
Al cierre del 2014, capturaban el 21,8% de las primas correspondientes a los seguros voluntarios (generales y personales), lo que dista del 1,8% que reportaron en el 2010.
Su crecimiento es impulsado por una fuerte competencia en el precio de las pólizas y la amplia gama de opciones que ofrecen al consumidor.
La expectativa de este 2015 está envuelta en positivismo, con aires de un mercado más maduro en el que las empresas atacarán nichos desantendidos.
Además, se espera que la competencia deje de estar enfocada en los precios y, mediante la educación al consumidor, logren que la diferenciación se origine en el servicio y la calidad.
Por ello, este año podría ser un periodo con una menor cantidad de promociones para los clientes.
Empero, el crecimiento del mercado en los últimos cinco años motiva a la industria a ser ambiciosa.
El año pasado, la categoría de seguros voluntarios percibió un ingreso por primas de ¢428.160 millones, para un crecimiento del 63,7% respecto al 2010.
Ese monto representa el 69% del ingreso por primas totales (sin incluir los seguros obligatorios, a saber, el obligatorio de vehículos y riesgos del trabajo).
A la vez, el dinamismo se hizo evidente en la cantidad de participantes de este negocio.
En el 2010, apenas cuatro compañías estaban en competencia con el INS. Sin embargo, en la actualidad, 12 firmas privadas pelean por más espacio en este mercado, tomando en cuenta a Lafise Seguros, que se unió en octubre del año pasado.
En el 2014, las empresas privadas empezaron a tomar un rol de importancia, mientras el INS creció, pero no al mismo ritmo. Esta institución repuntó solo un 10% y perdió espacio en algunas ramos.
En la acera de las compañías privadas, cinco aseguradoras son las que tienen más participación: Pan American Life Insurance, ASSA, Mapfre, Adisa, Quálitas y Seguros del Magisterio.
Pan American es la que más captura espacio en las pólizas voluntarias con un 8%, equivalente a primas por ¢34.057 millones.
Esta aseguradora creció más de un 100% el año pasado, y ha mantenido un ritmo constante desde que ingresó al mercado.
Su fuerte está en el ramo de accidentes y salud, en el que ha superado en varias ocasiones al INS. Aún así, al cierre del 2014 captura el 39% de este ramo, mientras que el INS el 49%.
Según Alfredo Ramírez, gerente de Pan American, los seguros de gastos médicos y vida colectiva toman cerca del 90% de los ingresos de la compañía.
Su estrategia se enfocó en ofrecer alternativas ajustadas al cliente en los seguros personales, que estaban desantendidos.
Al inicio, su foco fueron las multinacionales, pero han incluido opciones de gastos médicos para personas. Incluso, en abril de este año lanzarán un producto con alcance internacional.
La segunda compañía con más ingresos es ASSA, con ¢21.438 millones a diciembre del 2014, un 14% más que en el 2013.
Su empuje es aún más evidente en el ramo de “otros daños a los bienes”, en el que toma 49% de las primas, mientras el INS, 38%.
Otro caso llamativo es Adisa, que en el 2014 obtuvo un ingreso de ¢9.845 millones, 49% más que el año previo.
Desde su inicio en el 2010, se dirigieron a un mercado de personas desatendido, con productos accesibles para todos, explicó Kevin Lucas, gerente de Adisa.
Buenas expectativas
Las aseguradoras concuerdan en que la competencia pasará a otra etapa en este 2015, donde la guerra de precios irá mermando aún más y tomará importancia la educación para que el cliente sea capaz de comparar sus opciones, por calidad y servicio.
Aún hay espacio para profundizar en líneas de negocio tales como vehículos voluntarios, vivienda y pólizas de vida.
Las primas corresponden a un 2,2% del PIB y, al eliminar los seguros obligatorios, esa cifra se reduce a 1,4%, explicó Tomás Soley, superintendente de seguros.
Según Ramírez, de Pan American, si se sigue la misma línea de trabajo, en cinco años, la industria se podría duplicar.