Las colocaciones de los Bancos Públicos de Desarrollo (BPD) de América Latina y el Caribe alcanzan los $700.000 millones al año -10% de las colocaciones totales-. Este porcentaje ha venido creciendo desde finales de los años 90, según un estudio divulgado este martes por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Además, la utilidad sobre patrimonio alcanzó el 14% en el 2010, frente a una pérdida de 1% en el 2000, indicó el documento "Banco públicos de desarrollo: Hacia un nuevo paradigma".
En Costa Rica, las colocaciones de este segmento crecían a un 9,5% anual en el 2000 y para el 2010 pasaron a 23,7% anual.
La mejora en la región se ha visto beneficiada por un contexto macroeconómico y financiero más positivo. Por un lado, ha habido una mayor responsabilidad fiscal, pues la deuda pública total pasó de niveles cercanos al 60% del producto interno bruto (PIB) en 2002 al 37% en 2009, lo que conlleva un manejo más ordenado de los BPD por parte de su accionista principal.
Por otro lado, el mayor desarrollo de los sistemas financieros de los países de la región ha facilitado la expansión de los BPD. El crédito local al sector privado pasó del 25% del PIB a comienzos de la década de 2000 al 44% en 2010.
En América Latina, existen 56 entidades catalogadas como 100% BPD o algunas que ofrecen estos y otros servicios comerciales. En Costa Rica se tomó en cuenta al Banco Nacional, Banco Popular, Banco Crédito Agrícola de Cartago y el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi).
Otro de los cambios que incentivó el crecimiento de este segmento financiero es la incorporación de banca de segundo piso, lo cual conduce a una operación más eficiente y menos riesgosa, de acuerdo con el BID.
Casi el 45% de las instituciones realizan operaciones de segundo piso (22,2% en primero y segundo piso mientras que otro 22,2% lo hace exclusivamente en segundo piso); mientras que el 55,6% realiza operaciones sólo de primer piso.
Sin embargo, el documento recalcó que las instituciones deberán continuar sus esfuerzos de fortalecimiento institucional, particularmente en el área de gobernanza corporativa, y demostrar su impacto en el desarrollo, de manera que movilicen recursos del sector privado y apoyen a segmentos vulnerables de la economía.