La intervención de CS Ahorro y Crédito (Coopeservidores) no es una noticia ligera, no solo por las bajas probabilidades de supervivencia basadas en las entidades intervenidas a lo largo de la historia financiera local, sino porque no se trata de un participante pequeño dentro del sistema financiero.
CS es la cuarta Cooperativa de Ahorro y Crédito (CAC) más grande del país por cartera y brinda más créditos que siete bancos comerciales. Repasamos cuáles son los números de esta entidad recientemente intervenida por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif).
Participación en el mercado
Con datos a marzo del 2023, CS poseía activos por ¢743.248 millones. Esto representa un 11% del total de activos de las 20 CAC supervisadas por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) y un 1,8% de todo el sistema financiero nacional (bancos, mutuales, CAC, financieras y casas de cambio).
El modelo cooperativo es uno que ha ido creciendo en las últimas décadas. En diciembre de 1997 el saldo de los activos de las CAC representaba el 3,5% de los activos totales del sistema, en diciembre de 2022 esa relación alcanzó el 10,7%, según datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Con datos a marzo de 2024, Coopeservidores tenía una cartera de crédito de ¢534.735 millones, esto es más de lo que prestaron los bancos BCT, Lafise, Improsa, General, Citi, Cathay y Prival.
Según información brindada por la Sugef, existen alrededor de 131.500 personas asociadas a CS.
Deterioro de la cartera
La cartera de CS vio gran parte de su crecimiento en la década pasada: entre diciembre de 2009 y diciembre de 2019 creció en un 274%. El mayor periodo de expansión se dio entre el 2013 y el 2015 cuando creció a tasas interanuales de entre un 38% y un 20%.
Dichos años coinciden con la apertura al sector privado de la cooperativa. Como suele suceder en las CAC, la mayor parte del crédito es de consumo, a diciembre este segmento representaba un 73% del crédito otorgado.
Sin embargo, es una cartera que se deterioró notablemente en el último año, por lo menos así se muestra en el estado de resultados y la clasificación de su cartera. Entre diciembre de 2022 y diciembre de 2023 (último dato disponible para este rubro) la cartera mejor calificada al día o con atrasos menores a 30 días (calificaciones A1 y A2) se redujo en un 10,7% (-¢51.454 millones), mientras que la clasificada como C1, la cual cuenta con atrasos de hasta 90 días, se disparó en un 760% (¢96.389 millones).
Consecuentemente, las estimaciones por deterioro de la cartera también aumentaron: pasaron de representar ¢17.759 millones a ¢47.512 millones en ese mismo periodo. Este es un dato que ha ido subiendo este año: para el pasado mes de abril se colocó en ¢63.007 millones.
Las estimaciones son provisiones que las instituciones financieras establecen para cubrir posibles pérdidas futuras debido a la falta de pago de los préstamos otorgados. Cuanto peor calificada está su cartera, más altas deben ser las provisiones. Este rubro se le descuenta al patrimonio de la entidad.
La mayor parte del ajuste se dio para diciembre de 2023 debido a una fiscalización de la Sugef en la que se encontró que se debían actualizar las estimaciones mantenidas por Coopeservidores.
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En marzo, el gerente general de CS, Óscar Hidalgo, le dijo a La Nación que el ajuste se debía al impacto de la pandemia, las altas tasas de interés y el desempleo en un sector de los deudores.
La suma de estos deterioros causaron que Coopeservidores registrara pérdidas por ¢26.975 millones en 2023. En el presente año los números no han mejorado: para el primer trimestre acumulado se dieron pérdidas por ¢5.121 millones. La tendencia de años pasados era de utilidades, no pérdidas.
Peor calificada
En marzo de este año, Fitch Ratings degradó las calificaciones nacionales de riesgo de CS de largo y corto plazo a BBB+(cri), desde ‘A(cri)’, y a ‘F2(cri)’, desde ‘F1(cri)’, respectivamente. La perspectiva de la calificación de largo plazo se revisó a negativa desde estable.
Estas fueron disminuciones de solo un escalón y tuvieron que ver con la reclasificación de los créditos hacia categorías de más riesgo que se dio a finales de año, según comunicó Fitch.
El Índice de Suficiencia Patrimonial (ISP) también se deterioró en CS. Para marzo de 2023 el ISP estaba en 14,08%, un año después cayó a 10,5%. Cuando baja del 10%, la entidad cae en irregularidad.
El ISP es un indicador que provee información sobre la fortaleza del capital de cada entidad supervisada y su capacidad para responder por los riesgos generales de la actividad que realizan. Cuanto más alto, mejor. Cuando la entidad cae por debajo del 8%, puede ser intervenida.