Según el estudio, el 70% de las de remesas que recibe Costa Rica proviene de la nación norteamericana, es decir, corresponde a $345 millones de los $487 millones recibidos en ese periodo.
El informe advierte que los altos costos invertidos en el pago de esas remesas son producto de un encarecimiento en las comisiones cobradas por los intermediarios de las transacciones.
El estudio presenta, además, un cociente de las remesas enviadas por los migrantes costarricenses residentes en Estados Unidos en relación con el ingreso per cápita. Dicho cociente alcanzó en el 2008 su punto más alto con un 23,8%, pero cayó a un 16,2% en el 2011.
Por su parte, el dinero enviado por migrantes residentes en Costa Rica hacia sus países de origen se ha mantenido estable en los últimos 6 años con un rango anual entre los $220 y los $260 millones. Los principales destinos de estas remesas son Nicaragua (75,5%) y Colombia (7,6%).
El costo de envío de estos fondos es igualmente punto de preocupación, pues la tarifa de un envío de $200 de San José a Nicaragua representaba el 3,9% de esta cifra (es decir, unos $8 en total), mientras que para uno de $500, el costo es 3,3% de la cifra ($16,5).
Considerando que la tendencia migratoria desde Nicaragua la constituyen adultos sin educación superior y que el 50% laboran en actividades agrícolas, de construcción y en labores domésticas, el monto es significativa.
Para CEMLA, estos indicadores demuestran que las circunstancias económicas mundiales efectivamente han afectado al mercado de remesas en los últimos 4 años, especialmente en el caso de Estados Unidos, que constituye el principal destino de los migrantes costarricenses.
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