¿Usaría un reloj de 2 milímetros de espesor? Bulgari sacó un modelo así que vale más que un súper auto Ferrari
El Octo Finissimo Ultra COSC es un reloj pulsera analógico y es el más delgado del mundo, con una caja de 1,7 mm de espesor; sólo se hicieron veinte unidades.
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Por La Nación/Argentina
Hace tiempo que el reloj pulsera se transformó en un accesorio a la vestimenta, ahora que podemos saber la hora mirando el celular, la computadora, el microondas o el televisor, entre otros dispositivos. Claro, también están los relojes deportivos o inteligentes, en los que “dar la hora” es una función básica, pero no necesariamente la principal.
Pero eso no significa que no haya innovación en el mundo de los relojes; la hay y mucha, e incluso en el rubro de los relojes analógicos. El último ejemplo es el de la clásica firma italiana de relojería Bulgari, que presentó recientemente el Octo Finissimo Ultra COSC, un reloj que se puede con cualquier ropa y que no molestará a ninguna manga, ya que su grosor es de 1,7 milímetros. Es medio milímetro más delgado que su rival y antecesor, el RM UP-01 Ferrari de Richard Mille.
El Octo Finissimo logra, en esos 1,7 milímetros de espesor, 170 componentes ultradelgados, que se fijan a la caja del reloj, de 40 mm de diámetro y hecha de titanio y carbono de tungsteno, una aleación muy resistente y liviana; la protección para el reloj está dada también por el cristal de zafiro que protege las agujas de este reloj analógico, que no tiene batería: usa una cuerda, como los relojes clásicos, que le dan una autonomía de 50 horas.
Que sea tan finito no le quita calidad: esa sigla que lleva su nombre, COSC, corresponde al Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres, y es una certificación que solo la puede llevar en su nombre si cumple con una cierta precisión para funcionar como reloj (o cronómetro, como también se le dice, para diferenciarlo del cronógrafo, el dispositivo para medir la duración de un evento, y al que se suele llamar -erróneamente, según Bulgari- como cronómetro). El examen de la oficina suiza dura quince días y se mide la precisión del reloj en condiciones diferentes de presión y temperatura.
En cualquier caso, no se trata de un reloj común: solo se hicieron veinte unidades, cada una de ellas testeada y certificada por su precisión como COSC, y cada una con un precio de 550.000 euros.
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