En la época de la conquista y de la colonización de América, la música en España se hallaba en un periodo de esplendor, mientras los cronistas de esa época describen la importancia de la música entre los pueblos indígenas del nuevo continente. Es quizás eso lo que motivó a algunos de los misioneros católicos a utilizarla en el proceso de evangelización. Los indígenas no entendían la lengua española pero se sentían atraídos por los cánticos religiosos.
Fray Pedro de Gante en el territorio mexicano y fray Bartolomé de las Casas, en el territorio guatemalteco, trataron de hacer una conquista menos cruel, utilizando el lenguaje musical y no las armas. Otros ejemplos los brindan las diferentes órdenes misioneras que se instalaron desde el sur de California hasta Chile, y, en las cuales, la educación musical fue elemento importante del adoctrinamiento religioso. Una buena representación de esta situación la podemos ver en la película La misión , que muestra con detalle la actividad musical de las misiones de la Chiquitanía, actual Bolivia.
A medida que los centros urbanos se consolidaron, la edificación de iglesias y catedrales fue seguida por la constitución de agrupaciones musicales. Estos grupos eran un elemento fundamental en el enriquecimiento del ritual religioso, tan necesario para consolidar la imagen de poderío de la Iglesia y de la Corona. Así, las catedrales de México, Perú, Nueva Granada y Guatemala, entre otras, se convirtieron en centros musicales muy activos. Pronto, en ellas los intérpretes y compositores españoles fueron sustituidos por mestizos e indígenas.
En ese comportamiento, la Gobernación de Costa Rica y la Alcaldía de Nicoya no fueron una excepción. Las parroquias cumplieron con las numerosas órdenes reales de realizar misas cantadas, tedeum y otras celebraciones por motivos tan diversos como nacimientos de príncipes y princesas, matrimonios reales y victorias de batallas. Desgraciadamente, aunque los documentos coloniales muestran que había actividad musical, las partituras no han llegado hasta nosotros.