El 5 de octubre pasado se cumplieron 50 años de la aparición de Love me do, el primer disco de Los Beatles. Mucho se sabe de su música pero poco sobre los cinco filmes que realizaron: A Hard Day’s Night (1964), ¡Help! (1965), Magical Mystery Tour (1967), la animación Submarine Yellow (1968) y Let it be (1970).
El primer filme –género híbrido, entre videoclip y falso documental en clave de comedia– cuenta un par de días en la vida del grupo.
¡Help! se construye en torno al anillo que aparece misteriosamente en la mano de Ringo Starr y que pertenece a una sacerdotisa oriental. Para un estudioso del tema, el filme es “una intrascendente y absurda mezcla de música, cómic, parodias del cine de James Bond, Pop Art y postal turística”.
Magical Mystery Tour es una idea de Paul McCartney y es una asociación de imágenes e improvisaciones. Esta road movie en que el grupo atraviesa varios parajes en un bus, no tiene guión. En el camino, Los Beatles se encuentran con magos, interpretados por ellos mismos.
Let it be es el último trabajo, un documental que evidencia las tensiones, diferencias y rivalidades entre ellos. Incluso aparecen las esposas de Lennon y McCarthy, y en ese mismo año se disuelve el grupo.
Dos años antes habían realizado una animación “psicodélica”, creativa y fabulesca. Pepperland es un mundo musical, que vive feliz bajo el mar. Es atacado por criaturas azules que odian la música y el alcalde envía por ayuda, en un “submarino amarillo”. John, George, Ringo y Paul vienen al rescate del pueblo y atraviesan varios mares: el del tiempo, el de la ciencia, el de los monstruos, el de la nada y el de los agujeros. Los superhéroes de la música y el amor recuperan el país.
Estas películas no fueron solamente argumentos entre canciones (como las de Elvis Presley, por ejemplo) sino experimentaciones del lenguaje cinematográfico y de diversas estéticas. En la pantalla quedan plasmadas los sueños, imágenes, sentimientos y visiones que evoca su música.